La recuperación de China podría llegar antes y con más fuerza de lo previsto

Cosmo Zhang

Cosmo Zhang (Vontobel) | China ha reabierto antes de lo previsto, por lo que las tasas de infección por Covid están alcanzando sus máximos en la mayoría de las ciudades. Esto afectará la actividad a corto plazo, lo que hace que esperemos una recuperación económica antes de lo previsto. Es previsible que se produzca un aumento de los casos y de muertes por Covid justo después de que se produzca una reapertura total y antes de alcanzar la inmunidad de la población, un patron similar a lo que hemos presenciado en EE.UU. y Europa.

La movilidad dentro de las ciudades ya ha recuperado aproximadamente el 75% de los niveles anteriores a Covid, mientras que los embotellamientos de la logística han disminuido rápidamente. Por su parte, la congestión del tráfico de pasajeros en el metro de 18 ciudades y en el tráfico de otras 46 permaneció todavía por debajo de los niveles anteriores a la crisis en aproximadamente un 10-15% y un 25%, respectivamente. Si hablamos del tráfico de mercancías por ferrocarril y carretera y de los principales puertos, en la última semana se ha producido un fuerte repunte. Los viajes nacionales y al extranjero también han repuntado en las últimas semanas, ya que la gente está volviendo a su horario de trabajo habitual. 

Aunque la gran ola Covid parece estar estabilizándose, somos conscientes de que sigue habiendo mucha incertidumbre sobre futuras olas o nuevas variantes; sin embargo, tras el Año Nuevo chino, es probable que se vuelva a la normalidad en la mayoría de los ámbitos económicos.

Teniendo en cuenta el efecto de la temporada invernal, esperamos que la actividad económica se recupere a partir de febrero. La preocupación por las posibles interrupciones de las cadenas de suministro mundiales es exagerada. La interrupción de la producción es limitada debido a la baja utilización temporal derivada de la estación y/ o a las elevadas existencias. También vemos riesgos limitados en la escasez de producción o una inflación elevada. Sin embargo, no estamos tan convencidos del calendario ni de la fuerza de la recuperación de la confianza de los consumidores, del poder adquisitivo y de la demanda, especialmente de artículos caros como automóviles e inmuebles.

Ante el giro que ha tomado la política china desde finales de 2022, los principales mercados reaccionaron positivamente y casi todos los sectores, en particular las aerolíneas, la sanidad, el inmobiliario y el juego en Macao, se han beneficiado. Incluso tras el reciente fuerte repunte de los activos de la Gran China, mantenemos una perspectiva positiva para los próximos seis meses. El Gobierno chino hará todo lo posible por impulsar el crecimiento económico en 2023 a través de políticas de estímulo monetario y fiscal firmes. Las condiciones financieras mejorarán notablemente, mientras que la inflación podría ser más elevada en el futuro. 

La combinación de factores como un rápido repunte de la movilidad, una mayor relajación de la normativa inmobiliaria y de las grandes tecnológicas sugiere que la recuperación de China podría llegar antes y con más fuerza de lo previsto a partir del primer trimestre de este año. Lo más probable es que las exportaciones disminuyan y que la inversión en infraestructuras se ralentice a pesar del apoyo gubernamental. Se liberará el exceso de ahorro del periodo pandémico, y la reanudación de las actividades de las pequeñas y medianas empresas puede ayudar al empleo y a los ingresos de los hogares. Ambos factores deberían impulsar el crecimiento del consumo en 2023.

Los bonos chinos de alto rendimiento seguirán siendo atractivos para los inversores en 2023

Aunque creemos que la narrativa del mercado, en algún momento, pasará de centrarse en la caída de la inflación para dar entrada al ritmo de crecimiento económico, las perspectivas a corto plazo seguirán ligadas a las incertidumbres en torno a la inflación y los tipos. Por ello, más que cuestionar si la inflación está bajando, lo importante es el ritmo y si desciende en los lugares adecuados frente a las expectativas del mercado. Dicho esto, creemos que en EE.UU. disminuirá más lentamente de lo que prevé el mercado.

Las sólidas métricas del crédito sugieren que los emisores de los mercados emergentes están bien posicionados para afrontar un escenario fundamental más complicado. También creemos que el sector inmobiliario chino ha superado la crisis. Aunque todavía necesitará al menos de seis a doce meses para que se recuperen las ventas de contratos, que es el motor clave, nuestra opinión es que los precios de los bonos siguen siendo baratos. Por lo tanto, mantenemos nuestra opinión positiva sobre el sector.