La renta fija y la renta variable han obtenido buenos resultados en varios entornos de inflación

Capital Group | Si le preocupa que la inflación haya llegado para  quedarse, conviene tener en cuenta tres cosas. En primer lugar, cierto nivel de inflación puede favorecer a las compañías. Les permite subir los precios y aumentar la rentabilidad como no han podido hacerlo en los últimos años. También favorece a los bancos y a las  compañías relacionadas con las materias primas, que han tenido dificultades en los entornos previos de baja inflación y bajos tipos de interés.

En segundo lugar, y como se puede comprobar en el siguiente gráfico, los mercados de renta fija y variable han ofrecido buenos resultados incluso en periodos en los que se ha registrado una inflación aún más elevada  que la actual. Suele ser en los extremos (cuando la inflación es superior al 6% o negativa) cuando los activos financieros tienden a resentirse.

En tercer lugar, los periodos sostenidos de inflación  elevada son poco habituales. Algunos quizás recuerden la inflación ultra elevada de la década de 1970. Visto en retrospectiva, es evidente que fue un periodo único. De hecho, y tal y como saben bien los expertos en la Gran Depresión, las presiones deflacionistas suelen ser más difíciles de contener. En el pasado reciente, la inflación de la mayoría de los  mercados desarrollados se ha mantenido por debajo del 5% la mayor parte del tiempo. Tras la crisis financiera de 2007-2009, la inflación estadounidense ha tenido dificultades para alcanzar el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal, a pesar de las medidas de estímulo sin precedentes y unos tipos de interés históricamente bajos.