Finlandia, renace una nueva estrella en el Norte

Max Schieler (Robeco) | Tras décadas a la sombra de sus vecinos nórdicos, Finlandia finalmente emerge como la nueva estrella del Norte en cuanto a logros de sostenibilidad.

En la edición de otoño de la Clasificación de Países según Sostenibilidad de Robeco (Robeco Country Sustainability Ranking), Finlandia se ha erigido como líder en cuanto a resultados nacionales en materia de sostenibilidad. Se trata de la primera vez que Finlandia recibe este reconocimiento, tras superar a las sempiternas potencias ASG: Suecia y Noruega. Finlandia rebasa a Suecia, que desciende al segundo puesto, seguida por el trío escandinavo compuesto por Dinamarca, Noruega e Islandia. Entre los puestos más destacados se encuentran otras naciones europeas, así como Nueva Zelanda, Australia y Canadá.

En los últimos puestos, Sudáfrica, Egipto, India, Nigeria y Pakistán cierran la clasificación de los 50 países que se consideran incluidos en el universo de inversión (véase la Figura 1).Conozca las perspectivas más recientes sobre sostenibilidad.

Las prácticas de gobierno y las instituciones importan

Los criterios ambientales y de gobierno han marcado claras diferencias en esta última clasificación. Suecia cede terreno en cuanto a prácticas de gobierno, que sus sólidos resultados en las dimensiones social y ambiental no han podido compensar del todo. Finlandia se sitúa por encima del promedio de la UE en las 15 dimensiones ASG, pero han sido sus elevadas puntuaciones ambientales, superiores a las de sus vecinos escandinavos y europeos, las que han desempeñado un papel decisivo en su ascenso al número uno de la clasificación final de países conforme a criterios de sostenibilidad de 2021. 

Las sólidas políticas de protección ambiental de Finlandia han demostrado su efectividad a la hora de reducir la contaminación, promover la conservación natural y salvaguardar la biodiversidad. Y, con casi un 40% de energías renovables en su mix energético, también es líder mundial en la transición de su sector energético hacia un futuro de bajas emisiones de carbono. Además, la robustez de sus instituciones le han ayudado a contener la propagación del Covid-19 y, en gran medida, evitar los efectos económicos de la pandemia.

Otras naciones no han tenido una evolución tan positiva. Con la pandemia aún en pleno apogeo, resulta imposible cuantificar a día de hoy el alcance total del daño infligido a la esfera de la sostenibilidad. Sin embargo, parece claro que la pandemia ha revertido parte de los progresos que se habían realizado en todas las dimensiones ASG. Las disparidades en educación, atención sanitaria, pobreza y desigualdad social se están ampliando, y los países menos desarrollados se llevan la peor parte. Las prácticas democráticas de gobierno también se han resentido, ya que los regímenes autoritarios de todo el mundo han sacado provecho de la incertidumbre económica y el malestar social en su propio beneficio. Por quinto año consecutivo, los datos sobre gobierno muestran que el mundo evoluciona hacia estructuras antidemocráticas.

Líderes en pérdidas

Hong Kong encabeza la lista de países con el “dudoso honor” de haber registrado los mayores descensos en los últimos tres años. Su evolución en materia de sostenibilidad continúa debilitándose a medida que China continental sigue atacando las libertades individuales y los privilegios democráticos. Por otra parte, los gobiernos de Turquía, Argentina y Nigeria no pueden culpar a nadie más que a sí mismos del descenso de sus puntuaciones y sus posiciones en la clasificación ASG. En la actualidad, la desconfianza y la disfunción es lo que caracteriza tanto a sus políticos como a sus instituciones, y no se atisba ninguna esperanza de reforma.

Francia, India y Brasil se suman a ellos en la lista de países con descensos significativos a lo largo de 2021. Aunque Francia ha sentado un gran precedente en cuanto a liderazgo ambiental, sus logros anteriores se ven amenazados por su dependencia excesiva de la energía nuclear y su insuficiente inversión en eficiencia energética y renovables, según un informe de la AIE. Además, el programa de reformas de Macron se ha visto truncado por el Covid-19, y las desigualdades sociales residuales siguen dejándose notar en diversos segmentos de la sociedad francesa. 

Más al Este, India, que una vez fue una estrella rutilante, se ha visto empañada en repetidas ocasiones por la mala gestión, diversos errores y prácticas abusivas. En política exterior, el Primer Ministro Modi y su Partido Nacionalista Hindú han adoptado una línea dura en las relaciones con su país vecino, Pakistán, y con su némesis, China. En su política nacional, el gobierno ha tomado una postura igualmente dura con respecto a los musulmanes, alimentando la violencia sectaria. Además, la pobreza y las desigualdades que han plagado la sociedad india se están intensificando como resultado del aumento de los brotes de Covid-19. Un punto positivo dentro de esta aciaga situación es que Alemania ha anunciado la adopción de nuevos compromisos para apoyar la transición energética en la India y su lucha contra el cambio climático.

Subidas en la clasificación

A pesar de que la situación de Hong Kong no es buena, Taiwán ha logrado eludir las repercusiones negativas de la intimidación y el hambre de poder de China y ha registrado el mayor salto en la clasificación jamás logrado por un país en un trienio. Entre los factores más decisivos de este ascenso se encuentran la solidez de sus prácticas de gobierno y la innovación. Corea del Sur, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos también han experimentaron ganancias, en gran medida gracias a las dimensiones de gobierno (Corea del Sur) y reforma social (Arabia Saudí y EAU). 

En Oriente Medio, Israel y Qatar han cosechado importantes ganancias a corto plazo. Qatar, gracias a la reforma de su política laboral para inmigrantes, en relación con los preparativos para la celebración de la Copa del Mundo de la FIFA 2022, e Israel como resultado de sus mejoras en derechos humanos, reducción de la pobreza y reducción del riesgo político. En Europa, República Checa y Dinamarca están entre los países europeos que más han avanzado en la clasificación. Ambas han mejorado sus puntuaciones en cuanto a corrupción, riesgo político e igualdad económica en general. 

Confirmación, consenso y confianza

La solidez y fiabilidad de la Clasificación de Países según Sostenibilidad de Robeco queda confirmada comparando sus resultados con ciertos índices altamente respetados elaborados por entidades externas. Un aspecto muy relevante para los inversores es la elevada correlación entre la clasificación de países de Robeco y las calificaciones soberanas de Fitch, Moody’s y S&P. Los países con buenas puntuaciones ASG también presentan calificaciones soberanas más elevadas; y al contrario, las puntuaciones ASG bajas se corresponden con peores calificaciones. Esta sólida correlación se extiende incluso a los swaps de incumplimiento crediticio soberano (CDS). Los países con mejores resultados ASG presentan diferenciales más bajos en sus CDS, mientras que aquellos con peor evolución suelen tener que asumir diferenciales mayores.