Ulrike Kastens (DWS) | Los bancos centrales de todo el mundo se están enfrentando a tasas de inflación subyacente persistentes, pero ocurre especialmente en Reino Unido, donde esta tasa subyacente saltó, en mayo, por encima de la marca del 7%.

El Banco de Inglaterra ha reaccionado hoy con una subida sorpresa de los tipos en 50 puntos básicos, hasta situarse, por tanto, en el 5%. Siete miembros del Comité de Política Monetaria votaron a favor de la subida, mientras que dos prefirieron mantener el tipo de interés oficial en el 4,5%. Esto demuestra la gravedad del problema de la inflación debido a la rigidez del mercado laboral y al fuerte crecimiento de los salarios. Por otra parte, la política monetaria restrictiva aún no se ha transmitido plenamente a la economía real, especialmente debido a la mayor proporción de hipotecas a tipo fijo. Por lo tanto, el pleno impacto de la subida de los tipos bancarios hasta la fecha no se dejará sentir durante algún tiempo, como ha señalado el Banco de Inglaterra. 

A pesar de la importante subida de los tipos de interés, los riesgos de que la inflación sea demasiado alta durante demasiado tiempo siguen siendo elevados. Por ello, el Banco de Inglaterra mantiene con razón su «sesgo restrictivo». Podría volverse aún más restrictivo si la dinámica de la inflación resulta ser más persistente de lo previsto. En este contexto, no cabe descartar nuevas subidas de tipos.