Manuel Moreno Capa (Director de GESTORES) | Después de que se celebrara, el pasado 5 de octubre, la última edición Día de la Educación Financiera (jornada organizada por la CNMV y el Banco de España), comenté en esta misma columna lo positivo de esta iniciativa anual. Pero también dije que me gustaría que, para lograr una verdadera educación sobre el ahorro, la inversión y las finanzas en general, habría que comenzar con una nueva asignatura impartida en los colegios e institutos. Aún falta mucho para esto. La buena noticia es que las gestoras de fondos de inversión están cada vez más implicadas en educar a los inversores

Muchos maestros señalan que los niños ya deberían venir educados en buenos modales desde casa, ya que la labor del colegio es otra. Con el mismo razonamiento, los inversores deberían llegar ya “educados” en finanzas antes de suscribir un fondo de inversión, un plan de pensiones y no digamos algo tan básico como una hipoteca, un crédito personal o cualquier otro producto bancario tradicional.

Pero, lamentablemente, esto no es así. Cada vez más ciudadanos, con nula educación en finanzas, exceso de ingenuidad y, también, demasiada avaricia, caen en las manos de chiringuitos financieros ilegales que prometen rentabilidades rápidas y estratosféricas. Una tendencia que se ha acelerado con la proliferación de las ofertas en internet y, en los últimos tiempos, con el espejismo de rentabilidad de las criptomonedas. Si estos ciudadanos –que siempre, repito, siempre, acaban timados– hubieran recibido unos conocimientos básicos de finanzas en el colegio y en el instituto, probablemente escaparían a las numerosas estafas que además proliferan en la red (más aún en los recientes tiempos de confinamiento).

Para los estafados, ya es tarde. Tenían que haber venido “educados de casa” (es decir, del colegio). Pero nunca es tarde si la dicha es buena. Y eso lo comprenden cada vez más las gestoras de fondos: año a año crece su implicación en ofrecer una adecuada formación a los clientes que se acercan a ellas quizás sin los conocimientos financieros necesarios para saber dónde están poniendo su dinero.

Esto se aprecia muy bien en la encuesta que Inverco (la asociación del sector de la inversión colectiva) ha realizado por tercer año consecutivo. Esta investigación, realizada entre sus asociados, explora las iniciativas y actividades que han ejecutado para promover la educación financiera en un ejercicio tan complejo como el 2020. Como muestran los resultados recibidos de entidades que acumulan el 74,6 por ciento del patrimonio gestionado en España, las conclusiones de esta encuesta de Inverco son muy relevantes:

-Casi nueve de cada diez gestoras han realizado al menos una iniciativa de educación financiera (una iniciativa en todo un ejercicio no parece gran cosa, pero por algo se empieza).

-El 71 por ciento de las gestoras encuestadas, a la hora de implicarse en la educación financiera han elegido el canal de moda: los “webinars”. Pero los formatos tradicionales (quizás más adecuados para un inversor de cierta edad) también resisten, ya que el 42 por ciento de las gestoras optaron por la publicación de estudios o artículos.

-Las gestoras se molestan, además, en autoevaluarse: el 97 por ciento de ellas valoran que el resultado alcanzado por sus iniciativas de educación financiera ha sido muy útil (66 por ciento) o útil (31). Y la totalidad de las gestoras consultadas afirman que repetirán la experiencia en 2021.

-El 37 por ciento de las iniciativas sobre educación financiera han sido dirigidas al público general, mientras que el 27 por ciento se ha centrado en el margen de edad entre los 35 y 65 años, quizás el más activo a la hora de invertir.

-Curiosamente, las gestoras no se limitan a educar en los productos de inversión colectiva: el 35 por ciento de las consultadas afirman haber desarrollado iniciativas sobre fondos de inversión y un porcentaje algo menor, del 30 por ciento, han educado en planes de pensiones. Pero el restante 36 por ciento se ha dedicado a formar en el ahorro en general.

-La mayoría de las gestoras que ya en 2019 habían realizado actividades de educación financiera (un 59 por ciento), incrementaron su presupuesto para estas iniciativas el año pasado.

Son magníficas noticias. Cuando un inversor acude a una gestora, lo normal es que pida asesoramiento sobre los productos y mercados que más se adapten a su perfil y a sus necesidades. Pero es evidente que muchos ciudadanos necesitan algo más: una educación financiera que deberían haber recibido mucho antes. Por eso es necesario que las gestoras sigan aumentando su implicación en este tema, aunque sólo sea para cubrir lo que ya debería haber hecho el sistema educativo: formar ahorradores e inversores, no dejar que los chavales salgan del instituto convertidos en meros consumidores que se tragarán todo lo que les vendan y que, en el peor de los casos, serán presas fáciles de chiringuitos, criptoestafadores y demás especies carroñeras que infectan el ecosistema financiero.