Alphavalue / Divacons | Reflexiones de nuestros analistas sobre la rescisión del acuerdo de fusión entre Avangrid, controlada por Iberdrola, y PNM Resources. Para resumir la situación, la fusión entre las dos utilities estadounidenses, que operan tanto networks como activos renovables, se anunció en octubre de 2020 y se esperaba que recibiera todas las aprobaciones necesarias antes de finales de 2023. Sin embargo, a pesar de obtener todas las aprobaciones requeridas  surgió una excepción de la Comisión de Regulación Pública de Nuevo México en enero de 2022. Consideraron que los riesgos asociados al acuerdo superaban los beneficios prometidos a los consumidores estatales.  Los dos grupos estaban a la espera de una decisión del Tribunal Supremo de Nuevo México sobre su recursos contra la negativa de la Comisión de Regulación Pública de Nuevo México en enero de 2022. Consideraron que los riesgos asociados al acuerdo superaban los beneficios prometidos a los consumidores estatales. Los dos grupos estaban a la espera de una decisión del Tribunal Supremo de Nuevo México sobre su recurso contra la negativa de la Comisión a autorizar la operación. Una decisión que no llegó a tiempo. Es importante señalar que el Consejo de PNM había aprobado una prórroga del plazo más allá del 31 de diciembre para obtener la cancelación del acuerdo de fusión. Teniendo en cuenta la reacción del mercado el miércoles, con una caída del -7% para PNM y una subida del +4% para Avangrid, parece que los 4.300 M$ destinados a los accionistas de PNM a cambio de un EV de 8.300 M$, ya no se ajustaban a los niveles de precios actuales. Para concluir, entre la negativa de Avangrid a prorrogar el plazo más allá del 31 de diciembre, la gran decepción expresada por el management de PNM, que dijo estar «muy decepcionada con la decisión de Avangrid de poner fin al acuerdo de fusión”, y la reacción de los mercados, parece que esta fusión habría beneficiado más a los accionistas de PNM que a los de Avangrid.