Intermoney | El Fondo Monetario volvía a recortar las perspectivas de crecimiento, nos acercamos a un panorama económico menos halagüeño a medida que la crisis energética continua, la incertidumbre aumenta, los precios siguen en niveles muy elevados y se le añade las autoridades monetarias respondiendo con políticas restrictivas. Esas actuaciones se van a reflejar en una reducción de los niveles de inflación, que harán pico a finales de 2022, pero tendrá consecuencias negativas sobre la actividad económica.
Desde el FMI avisan de que más de un tercio de la economía global se va a contraer este año o el siguiente. Aunque para el presente año se sigue estimando el mismo crecimiento a nivel global del 3,2%, el recorte del crecimiento ahora se proyecta en un 2,7% para el siguiente año, dos décimas por debajo de la última proyección de julio. En Estados Unidos, se prevé ahora un
crecimiento en 2022 del 1,6%, siete décimas menos que la última estimación, mientras que en 2023 se mantenía sin cambios, con un crecimiento proyectado del 1%. Los riesgos en cuanto a las proyecciones siguen siendo grandes y estas están inclinándose a la baja y el FMI lanzaba un dardo más al mencionar que “la política monetaria podría errar al determinar la orientación precisapara reducir la inflación”.
Para la zona euro, las perspectivas de crecimiento para el presente año era más optimista, y se vislumbra un crecimiento del 3,1%, mientras que para 2023 se recorta en siete décimas desde la última proyección y ahora se estima un crecimiento del 0,5%. La prolongación del conflicto en Ucrania y la crisis energética que sufre el viejo continente fruto de los cortes de suministro de gas ruso explican las nuevas previsiones para 2023. El aumento de los precios del gas ha incrementado significativamente el coste de la vida y ha encarecido los costes de una economía como la europea donde la industria juega un papel tan relevante. Advierten de que la crisis energética no es un shock transitorio y que el invierno de 2023 será peor que en el presente año.
En China, la política de las autoridades de “Covid cero” ha conllevado unos efectos muy negativos en la actividad económica, y se reducen las perspectivas de crecimiento tanto para 2022 y 2023 al 3,2% y 4,4% respectivamente, una y dos décimas menos que el último informe de julio. Este es un riesgo que más que afecta no sólo a la economía asiática, sino que podría tener un papel fundamental en la economía global aumentando las perturbaciones por el lado de la oferta. El empeoramiento del sector inmobiliario en china y los riesgos de que repercutan en el sistema bancario interno es otro de los riesgos que podría lastrar la actividad económica del país. 0En cuanto a la inflación, a nivel global la institución espera que alcance su nivel máximo a finales del presente año alcanzando el 8,8%, advirtiendo que “se mantendrá elevada más tiempo del esperado en las últimas proyecciones” estimando que disminuyese a un 6,5% en 2023 y a un 4,1% en 2024
