Intermoney | Las nuevas lecturas de los indicadores de confianza, esta vez en Francia siguen dando una imagen de resiliencia a medida que el sentimiento empresarial decrece muy ligeramente a 103 (frente 104 anterior) a pesar de las tensiones sociales y las movilizaciones causadas por la reforma de las pensiones. El leve empeoramiento viene por un menor optimismo de cara a la actividad futura. Una muestra de resistencia era que en la industria, las carteras de pedidos siguen creciendo aunque en el comercio las ventas minoristas sí presentaban un mayor deterioro.

El hecho de que la confianza se mantenga relativamente estable a pesar de la situación que atraviesa el país es algo positivo si tenemos en cuenta que algunos sectores como en las refinerías se están viendo totalmente afectados por las huelgas. Las huelgas han reducido el suministro de hidrocarburos en Francia en 200.000 barriles diarios mientras que alrededor del 80% de la capacidad nacional de procesamiento de crudo podría estar fuera de servicio. Ya se estima que las tensiones sociales pueden reducir el crecimiento en el 1T23 entre 0,1 y 0,2 p.p.