Draghi recurre a su viejo amigo ABS para salvar a Europa

Mercado europeo de bonos

Ellie Aylen (Vontobel) | El pasado septiembre se cumplió el décimo aniversario del discurso de Mario Draghi en el Foro Financiero Eurofi del Banco Central Europeo (BCE) en el que defendió la reforma de la regulación de la titulización para reactivar el mercado de bonos de titulización de activos (ABS) tras la crisis financiera mundial. Para el BCE y su entonces presidente, esto formaba parte de un esfuerzo de gran alcance para aliviar las condiciones de préstamo increíblemente restrictivas y ayudar a financiar la economía real (comenzaría a comprar ABS a través de su programa de flexibilización cuantitativa al mes siguiente).

En septiembre de 2024, Draghi ha vuelto a pedir un tratamiento más justo del capital para los activos titulizados, esta vez en su esperado informe a la Comisión Europea, que concluye que la Unión Europea debe desbloquear 800.000 millones de euros más de inversión al año si quiere seguir el ritmo de Estados Unidos y China.

Un mercado de titulización eficiente y bien regulado es un conducto para el crecimiento y la estabilidad financiera. Proporciona financiación a plazo para bancos y prestamistas, y facilita la movilidad de los balances al permitir una asignación eficiente de los riesgos. La combinación de estos factores permite que el capital se recicle en nuevos préstamos, estimulando el crecimiento y la competitividad.

Por supuesto, en 2014 el BCE de Draghi eliminó parte de la necesidad inmediata de la reforma de la titulización que defendía mediante la compra de ABS. Quizá no sorprenda que ahora que la era de una política monetaria extraordinariamente laxa está llegando a su fin, el deseo de los responsables políticos de que la titulización ocupe un papel más central se haya vuelto más urgente.

Como inversores en ABS, celebramos que Draghi promueva la titulización como elemento que contribuye al plan para aumentar la competitividad de los mercados financieros europeos.

Antes de profundizar en las perspectivas, cabe señalar que el mercado ya goza de una salud mucho mejor que cuando el BCE se convirtió en comprador hace 10 años. Las emisiones europeas de ABS superaron los 105.000 millones de euros en lo que va de año a principios de septiembre, lo que supone un aumento del 80% respecto al mismo periodo del año anterior y sin duda el mercado más activo desde la crisis financiera mundial. La emisión ha sido diversa en los sectores de activos y geografías, y hemos visto a los bancos utilizar cada vez más los ABS como herramienta tanto de financiación como de capital, con varios emisores nuevos y varios más que regresan después de un paréntesis. Hasta aquí todo positivo, hasta que recordamos que los volúmenes de titulización en Europa representan sólo el 0,3% del PIB, frente al 4% en Estados Unidos.

Entonces, ¿qué sugiere Draghi para cerrar la brecha? En primer lugar, ajustar los requisitos prudenciales para los activos titulizados y reducir las cargas de capital para los valores más líquidos, que representan una gran parte de la emisión bancaria. Otra propuesta es la creación de una plataforma de titulización específica para reducir los costes de los bancos e impulsar una mayor normalización. En particular, Draghi también insta a la UE a considerar el apoyo público específico en forma de “garantías públicas bien diseñadas para el tramo de primera pérdida”.

Una sugerencia más matizada es reducir las barreras a la inversión en el mercado, y el informe de Draghi recomienda una «revisión» de las normas de transparencia y due diligence, que son «relativamente elevadas en comparación con otras clases de activos y reducen su atractivo». De hecho, en los últimos años, los inversores en ABS han estado sujetos a estrictos requisitos de due diligence -evaluación de la alineación económica del emisor, normas de concesión de créditos y pruebas de resistencia-, algo que la mayoría de los inversores ya estaban haciendo de todos modos. Es cierto que algunos requisitos son excesivos y otros aportan poco al proceso de inversión. Sin embargo, a cambio los inversores obtienen abundantes datos de los emisores y características como la retención de riesgos, que ayudan a alinear los intereses de inversores y emisores y apoyan las buenas prácticas dentro del mercado. Nos gustaría advertir contra la adopción de un enfoque estadounidense en todos los ámbitos de las normas de titulización; los que no estén de acuerdo pueden comprobar la diferencia en el rendimiento de los activos entre los ABS europeos y estadounidenses de 2007.

No es la primera vez que se pide una revisión de la regulación del mercado europeo de titulización como motor del crecimiento del crédito en la región. Sin embargo, es la primera vez que vemos un plan concreto que explique cómo podría llevarse a cabo. La capacidad de los inversores se ha puesto de manifiesto a través de los niveles de suscripción y emisión de este año, y acogemos con satisfacción el impulso a la titulización por parte de la Comisión Europea. Pero también queremos subrayar que la mayor barrera de entrada sigue siendo probablemente los excesivos requisitos de capital. Por ejemplo, las compañías de seguros siguen teniendo dificultades para invertir en ABS debido a la excesivamente punitiva normativa Solvencia II, a pesar de que estos activos de alta calidad se ajustan bien a sus necesidades de pasivo. La creación de un marco que permita una mayor participación en los ABS contribuiría a proporcionar el crédito que tanto necesitan los consumidores y las empresas de todo el bloque.

Como demuestra el período de 10 años transcurrido entre los llamamientos de Draghi a la acción, tanto la necesidad como la voluntad de los responsables políticos de abordar el desequilibrio del tratamiento normativo de la titulización en Europa han ido y venido a lo largo de los años. Sin embargo, la necesidad y la voluntad parecen estar ahora presentes al mismo tiempo, con un animador de alto perfil y un plan sensato añadido. Esté atento.