El aumento del coste de las materias primas reduce los niveles de utilización de la capacidad en muchos sectores y podría repercutir en los objetivos anuales de descarbonización

Contaminación_Emisiones

Marie Lassegnore (La Française) | En pleno verano, mientras los incendios forestales seguían haciendo estragos en Canadá, Grecia y Maui, el secretario general de la ONU anunció que la era del calentamiento global había quedado atrás. Aseguró que ahora entrábamos en la era de la ebullición global, después de que julio de 2023 se confirmara como el mes más caluroso de la historia industrial, superando los +1,5 °C en comparación con el periodo preindustrial (1850-1900).

Esta aceleración de los síntomas del cambio climático ha venido acompañada de un aumento en la alusión a soluciones climáticas y procesos de mitigación en los anuncios de resultados de las empresas en el segundo trimestre, en un momento en que las mismas publicaciones señalan una ralentización económica. Esto puede explicarse por el hecho de que la inversión en temas climáticos por medio de sus soluciones económicas y a escala -como la implantación de energías renovables- ya no se considera opcional a medio plazo a pesar de la amenaza de una erosión de los flujos de caja.

Sin embargo, la ralentización no está exenta de amenazas para las empresas intensivas en capital o muy contaminantes en términos de emisiones de gases de efecto invernadero. El aumento del coste de las materias primas ha reducido los niveles de utilización de la capacidad en muchos sectores, como la automoción y la industria química. Por tanto, esperamos un impacto negativo en las intensidades de carbono en el último trimestre, lo que podría repercutir en los objetivos anuales de descarbonización incluso de los actores más comprometidos.

¿Qué impacto tendrá en el mercado de renta variable?

Esperamos un comportamiento resistente del mercado de renta variable por parte de las empresas que ofrecen soluciones climáticas que fomentan la eficiencia operativa mediante el ahorro de energía y recursos naturales. El sector de los equipos industriales, que es uno de los considerados clave para la transición energética, ha obtenido mejores resultados que el mercado europeo desde principios de año. Esperamos que esta tendencia continúe a finales de año, ya que se trata de un sector rico en soluciones de descarbonización procedentes de los sectores de la generación de energía, el transporte, la industria y la construcción. Las empresas no han frenado sus inversiones en estos sectores, ya que pueden beneficiarse de rápidas reducciones de los costes de explotación.

¿Y el impacto en el mercado de deuda?

El volumen emitido este año en el mercado de deuda ESG (préstamos bancarios y bonos) ha descendido un -18% en comparación con el mismo periodo de 2022 2. Esto se debió a una caída del 62% en la concesión de préstamos bancarios, mientras que los bonos aumentaron un 9% gracias a las emisiones gubernamentales, supranacionales y municipales. Esperamos que los volúmenes de deuda primaria ESG se recuperen en el último trimestre de 2023, pero el prolongado entorno de elevados tipos de interés amenaza los volúmenes totales para el año, que deberían permanecer por debajo de los niveles de 2022 en un entorno prolongado de resistencia de tipos.

El tejido económico en el que invertimos se enfrenta a presiones inflacionistas y de consumo sobre los márgenes y la generación de tesorería. En este contexto, aunque algunos aspectos pierden protagonismo a corto plazo, se sigue invirtiendo en la transformación energética a través de los medios de producción y los bienes de consumo. La amenaza en el entorno actual se refiere a las tecnologías disruptivas del mañana, que no están cobrando impulso, lo que favorece las soluciones de transición existentes que no requieren un esfuerzo económico marginal por parte de las empresas y los consumidores.