Bankinter | El Gobierno ha llegado a un acuerdo con sus socios parlamentarios en materia fiscal que incluye la retirada del impuesto a las energéticas. El gravamen se aplica sobre el 1,2% de los ingresos no regulados en España de estas empresas. El año pasado el Gobierno recaudó 1.164M€ con este impuesto.
Opinión del equipo de análisis: Buenas noticias para el sector. El Gobierno introdujo este impuesto en 2022 con una duración inicial de dos años (2023 y 2024) y con el objetivo de recudir los llamados “beneficios caídos del cielo” en el sector. Según el ejecutivo, estos beneficios se generaban como consecuencia de unos precios de la energía (petróleo y electricidad) excesivamente elevados derivados de la crisis energética en Europa tras la invasión de Ucrania. Los precios de la energía se han normalizado y, por tanto, este impuesto dejaba de tener justificación. Por ejemplo, los precios del pool eléctrico en España has pasado de más de 250€/MWh en algunos
momentos de 2022 a una media de 52€/MWh en lo que llevamos de año en 2024. Muchas empresas energéticas habían comentado que podrían desviar sus inversiones desde España a otros países si se mantenía este gravamen. Dentro de las empresas eléctricas, Endesa es la más beneficiada con la retirada de este gravamen, ya que representa el 12% de su BNA en 2024, seguida por Naturgy con un 8% e Iberdrola con 4%. En los dos años en que ha estado en vigor, el gravamen ha supuesto un 2% de la capitalización bursátil actual de Endesa, el 1,5% de Naturgy y el 0,5% de Iberdrola. Dentro de las petroleras, en el caso de Repsol el gravamen representa un 11% del BNA de 2024. En los dos últimos años, el gravamen ha supuesto el 5,7% de su capitalización bursátil