El Nasdaq cierra en su nivel más bajo desde diciembre 2020, se encuentra en mercado bajista al haber perdido un 22% desde su último máximo

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Los temores que provocan entre los inversores el potencial impacto negativo de i) la elevada inflación, que parece va a ser mucho más permanente de lo esperado hace unos meses al verse potenciada por los efectos de la guerra de Ucrania y de los confinamientos decretados por las autoridades chinas, y de ii) los procesos de retirada de estímulos monetarios por parte de los bancos centrales en el crecimiento económico global, siguieron ayer lastrando el comportamiento de la renta variable europea y estadounidense.

Si bien, y tal y como esperábamos, las bolsas europeas abrieron al alza tras los fuertes descensos del lunes, el intento de rebote, y como también habíamos adelantado, tuvo poco recorrido, girándose los principales índices de estos mercados a la baja por la tarde, para terminar la jornada casi todos ellos con importantes descensos. El Ibex 35 fue ayer uno de los más penalizados, lastrado por el comportamiento del sector bancario. Así, la publicación de los resultados del Banco Santander (SAN), correspondientes al 1T2022, fue en principio bien recibida por los inversores, aunque, a medida que avanzaban la sesión, las acciones de la entidad fueron perdiendo fuelle, para cerrar la jornada con una fuerte caída, cercana al 7%. El “hundimiento” de la cotización del Banco Santander (SAN) terminó por arrastrar a la baja al conjunto del sector, penalizando el comportamiento del índice, donde el mismo mantiene un peso relativo muy elevado. Sinceramente no terminamos de entender la reacción del mercado ante las cifras dadas a conocer por el Banco Santander (SAN) que, en general, ofrecieron más “luces que sombras”. Además, el hecho de que la entidad reafirmara sus estimaciones de resultados para 2022, algo que en el contexto actual creemos que es muy positivo, fue obviado por completo por los inversores. 

Decir, por otro lado, que en Europa únicamente el sector del gas y el petróleo y el de las materias primas minerales, que habían sido duramente castigados en las sesiones precedentes, así como el de las telecomunicaciones, fueron capaces de cerrar el día al alza, con los valores del sector tecnológico, los del automóvil y los del sector bancario liderando los descensos. Por su parte, los bonos tuvieron ayer un buen día, siendo utilizados por muchos inversores como activos refugio, lo que provocó un significativo recorte de sus rendimientos. 

Pero si la sesión fue negativa en Europa, en Estados Unidos fue un verdadero “baño de sangre”, con los principales índices experimentando fuertes caídas, lo que les situó en mínimos multimensuales. Así, ayer únicamente el sector de la energía cerró en positivo en Wall Street, con sólo 28 valores del S&P 500 siendo capaces de eludir las pérdidas. Además, y en lo que hace referencia al Nasdaq Composite, en el que tienen un peso muy elevado los valores de crecimiento, especialmente los tecnológicos, que ayer sufrieron un duro castigo, cabe señalar que cerró a su nivel más bajo desde el mes de diciembre de 2020. Es más, si desde su reciente máximo histórico, alcanzado el pasado mes de noviembre, este indicador ha perdido un 22%, encontrándose, por ello, en mercado bajista, muchos de los valores que lo integran han perdido más del 50% en este periodo de tiempo. 

Hoy esperamos que el muy negativo comportamiento de Wall Street ayer provoque una apertura a la baja de las bolsas europeas, aunque creemos que los descensos serán moderados en un principio, teniendo en cuenta que los futuros de los principales índices estadounidenses vienen al alza. Durante la jornada habrá que estar muy atentos a las noticias que surjan sobre la posibilidad de que la Unión Europea (UE) se decante finalmente por aprobar algún tipo de embargo sobre el gas y el crudo ruso. Ayer algún miembro del gobierno alemán se mostró partidario de ello, abriendo por primera vez la puerta a esta posibilidad, que nosotros seguimos viendo muy arriesgada y, por ello, remota. En este sentido, señalar también que ayer Rusia optó por cortar a partir de hoy el suministro de gas a Polonia y a Bulgaria, algo que, en principio, dudamos que haga con otros países como Alemania, Austria o Italia, muy dependientes del gas ruso, ya que la exportación de esta materia prima energética sigue siendo una de las principales fuentes de financiación del país, financiación que necesita dado el elevado coste de la guerra. 

Por lo demás, señalar que hoy continuará el reguero de compañías dando a conocer sus cifras trimestrales. Ayer, y tras el cierre de Wall Street, dos de los gigantes tecnológicos estadounidenses, Alphabet, matriz de Google, y Microsoft, publicaron sus cifras con resultados muy dispares, lo que se dejó notar en la reacción de sus cotizaciones. Así, los de la primera estuvieron por debajo de lo esperado debido a la ralentización del crecimiento de sus ingresos publicitarios online, mientras que los de la segunda fueron sensiblemente mejores de lo estimado por los analistas, impulsados por los resultados de su negocio de servicios en la nube. De este modo, y en operaciones fuera de hora las acciones de Alphabet cayeron un 3%, mientras que las de Microsoft repuntaron el 4%. 

Por último, reiterar lo comentado ayer: si bien ha habido reacciones muy puntuales de ciertos valores tras la publicación de sus resultados, para bien y para mal, lo cierto es que, de momento, la temporada está pasando “sin pena ni gloria”, al estar los inversores más pendientes de otros factores, tales como la elevada inflación, la actitud de los bancos centrales al respecto y el impacto que todo ello puede llegar a tener en el crecimiento económico.