Portcolom AV | La pandemia sigue dominando la actualidad. El proceso de vacunación en Europa va con algo de retraso si se quiere alcanzar 30% de la población vacunada el 31 de julio, objetivo fijado inicialmente en los países de la UE. En las últimas semanas se ha puesto de manifiesto que el cuello de botella que supone la producción de las vacunas toda vez que la capacidad máxima de los Estados para vacunar no se ha puesto a prueba. La Unión Europea tiene opciones para 2,3 mil millones de dosis de vacunas de una amplia variedad de fabricantes y pretende ampliar su participación en algunas de ellas.
Las malas noticias han sido la disputa de la UE con AstraZeneca sobre el ritmo de entregas de vacunas en el 1T y el freno durante una semana de las entregas de Pfizer, ya resuelto. Las noticias positivas serían que, si ya disponemos de tres vacunas comercializables en Europa, próximamente se unirá la de Johnson& Johnson que anunciaba el viernes una efectividad de la vacuna que desarrolla, eso sí, sensiblemente más baja que las aprobadas hasta ahora (por debajo del 72%). En marzo le tocará el turno a Janssen y en abril serán Sanofi y Novavax, con lo que ya tendríamos siete vacunas diferentes que deberían bastar para cubrir toda la demanda. La pregunta más importante que se podría resolver a finales de febrero es si las personas vacunadas pueden seguir transmitiendo el virus.
En el plano macroeconómico, el impacto del Covid 19 en el mercado laboral sigue dando malas noticias. En España el paro se ha incrementado en enero con 76.216 personas más. Si bien este mes siempre es negativo para el empleo, es el segundo peor dato desde la crisis del euro en 2013. Este incremento sitúa el número de parados cerca de los 4 millones de personas, 710.500 desempleados más que un año antes. Después de un inicio de año positivo gracias al levantamiento de las restricciones durante las navidades, las nuevas limitaciones han vuelto a provocar una ralentización de la economía. El número de trabajadores en ERTE asciende a 739.000, 35.000 personas más que el mes anterior. Recordemos que los afectados por ERTE se les considera todavía como ocupados.
Paralelamente, el índice PMI (Índice de Gestores de Compra) del sector manufacturero español se situó en enero en 49,3 puntos frente a los 51 puntos de diciembre. Los 50 puntos son el umbral que separa la contracción de la expansión. La escalada de la pandemia de coronavirus y los efectos del temporal Filomena han sido los principales catalizadores de esta contracción en el sector manufacturero español. Por su parte, el crecimiento de la actividad del sector manufacturero en el resto de los países de la zona euro se ha mantenido fuerte en el mes de enero situándose en 54,8, logrando así una expansión por séptimo mes consecutivo.