El reciente repunte del petróleo y la resistencia de la inflación subyacente a bajar, complican a los bancos centrales

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J.J. Fdez- Figares (Link Securities) | Con la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal, el FOMC, que comienza hoy, condicionando en gran medida su comportamiento, ayer los principales índices bursátiles europeos y los mercados de bonos cerraron con sensibles descensos, cediendo parte de lo avanzado la semana pasada, con todos los sectores de actividad terminando el día con pérdidas, aunque los de corte defensivo lo hicieron mejor, en términos relativos. El nuevo repunte de los rendimientos de los bonos pesó en el ánimo de unos inversores que, a pesar de que dan casi por terminado el proceso de alzas de tipos por parte de los bancos centrales, comienzan a temer que las tan “ansiadas” reducciones de tipos tardarán más en llegar de lo que en principio venían anticipando.

Por su parte, los principales índices de Wall Street cerraron ayer prácticamente planos, con ligeras ganancias, en una jornada en la que se movieron todos ellos en un estrecho intervalo de precios, pasando de positivo a negativo constantemente. En este mercado cabe únicamente destacar el buen comportamiento del sector de la energía, que siguió beneficiándose de la fortaleza del precio del crudo.

Así, el reciente repunte de los precios de la energía y la resistencia que está mostrando la inflación subyacente a bajar, especialmente en Europa, están complicando la labor de los bancos centrales que, probablemente, deberán mantener sus tasas a niveles restrictivos más de lo esperado, con el consiguiente impacto negativo en el crecimiento económico. El temor a que así sea y que mañana, al término del FOMC, la Reserva Federal (Fed) confirme este escenario, mantiene tensos a los mercados, con algunos inversores, como pudimos comprobar ayer optando por reducir sus posiciones de riesgo por lo que pueda decir el FOMC en su comunicado y, sobre todo, su presidente, Jerome Powell, en la rueda de prensa que mantendrá al término de la reunión del comité.

En principio, y como venimos señalando en nuestros comentarios recientes, los inversores dan por hecho que el FOMC mantendrá sus tasas oficiales sin cambios, aunque lo que realmente les preocupa es saber qué hará a partir de ahora. En principio, y como quedó reflejado en junio en el diagrama de puntos, donde los miembros del FOMC dibujan sus expectativas de tipos de interés, la Fed contempla un último incremento de sus tasas oficiales, hasta el intervalo del 5,50% – 5,75%. No obstante, los mercados han venido refutando esta posibilidad, apostando claramente porque el proceso de alzas de tipos ha llegado a su fin. Además, el mencionado diagrama de puntos contemplaba reducciones de las tasas de interés oficiales de un punto porcentual en 2024, algo que, sin embargo, los mercados comienzan a poner en duda, dada la resistencia de la inflación a bajar. De todo ello saldremos de dudas, para bien o para mal, mañana cuando la Fed publique actualizado el mencionado diagrama de puntos. En principio, si en el mismo se mantiene abierta la puerta a una nueva alza de tipos este año y retrasa en el tiempo los recortes de tipos, tanto los mercados de bonos como los de acciones van a reaccionar de forma muy negativa. Hasta entonces esperamos que se mantenga la tensión en los mercados de bonos y de acciones europeos y estadounidenses.

Hoy, y para empezar la jornada, apostamos por una apertura mixta, prácticamente plana de las bolsas europeas, en una sesión en la que la agenda macroeconómica únicamente contempla la publicación de la lectura final del IPC de agosto de la Eurozona, lectura que no esperamos cambie con relación a su preliminar, pero que servirá para recordar a los inversores que la inflación sigue manteniéndose a niveles muy por encima del objetivo del 2% establecido por el BCE. Como viene siendo la norma en las últimas sesiones, habrá que mantenerse muy atentos al comportamiento de los futuros de los índices estadounidenses, primero, y, posteriormente al de los propios índices, así como al de los rendimientos de los bonos, al cambio euro/dólar y al precio del crudo, variable ésta que, como señalamos ayer, está cada vez más en “el punto de mira” de los inversores, al ser una amenaza para el proceso deflacionista en marcha y, por tanto, tener la capacidad de condicionar la actuación de los bancos centrales.