El S&P 500 encadena cinco sesiones consecutivas a la baja

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | El negativo comportamiento de los precios de los bonos y el consiguiente repunte de sus rentabilidades siguió penalizando ayer a la renta variable europea y estadounidense.

El temor a que la inflación en Estados Unidos haya seguido subiendo en diciembre hasta alcanzar su nivel más elevado en casi 40 años, (mañanase publicará el dato) y el convencimiento de que la Reserva Federal (Fed) comenzará a subir sus tasas de interés oficiales tan pronto como en marzo, cuando de por finalizado el programa de compras de activos vigente (QE), así como la cada vez más extendida opinión de que el BCE también va a tener que subir tipos este año, por mucho que lo nieguen sus funcionarios, siguió ayer pesando en el ánimo de los inversores en los mercados de bonos, algo que ha venido ocurriendo desde el comienzo de ejercicio, lo que ha llevado a los rendimientos de los mismos a situarse a los niveles que tenían antes de comenzar la pandemia. Es más, tanto el viernes como ayer la rentabilidad del bono del Tesoro estadounidense con vencimiento a 10 años alcanzó el 1,8%, nivel que no tocaba desde el mes de enero de 2020. Cabe recordar que a finales de 2021 el rendimiento de este activo se situaba en el 1,51%, por lo que en lo que va del presente ejercicio ha subido en casi 30 puntos básicos, mucho para tan corto espacio de tiempo. Por su parte, la rentabilidad del bono con vencimiento a 10 años alemán está rozando ya rentabilidades positivas, cerrando ayer la misma en el -0,04%. 

En este entorno de tipos de interés al alza, los valores de “crecimiento” son los que más están sufriendo, algo que volvió a corroborarse ayer en las bolsas europeas, en las que este tipo de valores, especialmente los valores tecnológicos y los biotecnológicos, volvieron a ser duramente castigados por unos inversores que no están por la labor, de momento, de discriminar entre unas compañías y otras dentro de esta categoría. Pero ayer los descensos en las bolsas europeas se extendieron a casi todos los sectores cotizados, con únicamente el sector bancario siendo capaz de cerrar el día con ligeros avances. Al término de la sesión todos los principales índices de la región cerraron con pérdidas que, en muchos casos, rondaron el 1,5%. 

En Wall Street la jornada comenzó siguiendo la misma pauta que en las bolsas europeas: rentabilidades de los bonos al alza y valores tecnológicos a la baja. Así, y durante las primeras horas de la sesión este tipo de valores fue nuevamente “masacrado” por los inversores, lo que llevó al Nasdaq Composite a bajar un 2,7% en un momento concreto. Sin embargo, la ligera recuperación de los precios de los bonos, que propició una cierta relajación de sus rendimientos, propició un giro radical en el comportamiento de los valores tecnológicos y biotecnológicos en este mercado, permitiendo que el Nasdaq Composite cerrara el día con un ligero avance. El Dow Jones y el S&P 500, por su parte, a pesar de cerrar con ligeros descensos –el S&P 500 encadena de esta forma cinco sesiones consecutivas a la baja-, lo hicieron muy por encima de sus niveles más bajos del día. Entendemos que en el fuerte rebote que experimentaron ayer los valores tecnológicos tiene mucho que ver el elevado nivel de sobreventa que presentan la mayoría de ellos tras el fuerte castigo recibido en las últimas sesiones. 

Hoy esperamos que “la vuelta” que se dieron los principales índices de Wall Street ayer facilite una apertura alcista de las bolsas europeas, en una sesión en la que la agenda macro se limita a la publicación en Estados Unidos esta tarde del índice que mide el optimismo de las pequeñas empresas, correspondiente al mes de diciembre, índice que, como mostramos en el cuadro adjunto, sigue muy por debajo de los niveles que mostraba antes del inicio de la pandemia. Esperamos que hoy sí, los valores catalogados como de “crecimiento”, y siempre que los rendimientos de los bonos lo permitan, intenten recuperar algo del terreno perdido. A favor de este comportamiento “juega” el hecho de que la mayoría de los mismos están muy sobrevendidos. 

Por lo demás, comentar que hoy el presidente de la Fed, Powell, interviene ante el Comité Bancario del Senado como parte del proceso para ser reelegido por cuatro años más en su puesto. En su testimonio público, cuyo texto ya ha sido publicado, Powell no aporta nada nuevo, reiterando que tanto la economía como el mercado laboral estadounidense están mostrando gran fortaleza y que el banco central actuará contra la alta inflación con todas sus herramientas. Entendemos que los senadores centrarán sus preguntas en las expectativas que maneja la Fed sobre el comportamiento de esta última variable y sobre cómo pretende actuar el banco central para que no se descontrole. Habrá, por tanto, que estar muy atentos por si Powell da alguna pista adicional sobre los próximos movimientos de la Fed, especialmente en lo relativo a las tasas de interés oficiales y al posible inicio del proceso de reducción del tamaño de su balance.