Es razonable esperar que el crecimiento de los dividendos en la segunda mitad del año sea más lento que en la primera

Recurso_mercados_montaña_monedas

Capital Group | Tras un primer semestre muy sólido, 2025 se perfila como otro buen año para los dividendos mundiales. En la segunda mitad del año, Estados Unidos, donde los pagos se distribuyen de manera muy uniforme entre los distintos trimestres, parece dispuesto a continuar con la alentadora tendencia actual.

Los datos también sugieren que hay margen para que continúe la fortaleza en todo el mercado japonés, entre las empresas de servicios públicos españolas, la tecnología y el transporte marítimo taiwaneses y los bancos de Singapur, por nombrar algunos puntos positivos.

Los dividendos extraordianarios puntuales se han mantenido estables en niveles muy altos durante los últimos cuatro años, pero fueron ligeramente inferiores en la primera mitad de 2025. Son impredecibles por naturaleza, pero la media a largo plazo sugiere que serán inferiores en la segunda mitad del año en términos interanuales, lo que frenará el crecimiento general.

En la segunda mitad del año, la combinación estacional también favorece a algunas partes del mundo donde el crecimiento de los dividendos es más lento en la actualidad, concretamente el Reino Unido, China y Australia, por lo que es razonable esperar que el crecimiento de los dividendos en la segunda mitad sea más lento que en la primera.
Por otra parte, si el dólar estadounidense se mantiene estable en los niveles actuales durante toda la segunda mitad del año, se producirá un impulso continuo del tipo de cambio en el total de los ingresos durante el resto del año.

Los dividendos seguirán siendo un elemento clave de la inversión. Grant Cambridge, gestor de Capital Group, concluye: «Las empresas con un flujo de ingresos creciente que se acumula a lo largo de largos periodos de tiempo ofrecen ventajas reales, que a menudo no resultan evidentes para los inversores a corto plazo. A largo plazo, observamos que los rendimientos de las empresas que reparten dividendos son atractivos y presentan una menor volatilidad. Las empresas suelen ponerse a prueba en diversas condiciones económicas, incluidos acontecimientos importantes en los mercados, como la crisis financiera mundial y, más recientemente, la pandemia. Las compañías que pueden aumentar sus dividendos de forma constante a largo plazo siguen siendo inversiones atractivas».