Este jueves se reúne la OPEP+, veremos cuál es la reacción de sus miembros a la liberación de reservas estratégicas de EEUU y otros países

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Renta 4 | Los futuros apuntan a una apertura alcista tras las caídas del viernes en las bolsas, asociadas a la nueva variante Ómicron surgida en el Sur de África que está generando dudas sobre su impacto en el crecimiento económico a falta de más información sobre la misma. En ese contexto de incertidumbre, la aversión al riesgo hizo acto de presencia: bolsas europeas -3%/-5%, americanas -2%, crudo -12%, TIR 10 años Estados Unidos -16pb hasta 1,47%, Bund -8 pb a – 0,34%.

Una mirada más pausada hoy, y a la espera de cómo evolucione la nueva variante y cuál sea su impacto real en la economía (de momento parece cursar con síntomas leves y sin necesidad de hospitalización) y en los resultados empresariales permite una apertura al alza: futuros Eurostoxx +1,5%, futuros S&P +0,9%, crudo +3%, TIR Estados Unidos +5 pb a 1,52%. 

De cara al conjunto de la semana, la atención estará, más allá de la pandemia, en los datos de empleo de noviembre en Estados Unidos, teniendo en cuenta la preocupación del mercado sobre una aceleración en el ritmo de retirada del QE ante el elevado nivel de inflación (deflactor del consumo privado subyacente, medida de inflación preferida de la Fed, marcó un nuevo máximo en octubre +4,1%) y la solidez de la economía americana (PIB 4T21 acelerándose), a la que solo le falta una plena recuperación del mercado laboral. La reunión del 15 de diciembre de la Fed sería el momento oportuno para anunciar esta aceleración (actual ritmo de retirada -15.000 mln usd/mes) en caso necesario, para lo cual habrá que vigilar los datos macro, sobre todo los de empleo a efectos de ver si se alcanza el segundo objetivo de la Fed, el pleno empleo. Así, esta semana estaremos pendientes de la encuesta de empleo privado ADP (460.000e vs 571.000 anterior) y del informe oficial de empleo (+500.000e nóminas no agrícolas vs 531.000 anterior, tasa de desempleo 4,5%e vs 4,6% anterior y salarios por hora +5%e anual vs +4,9% anterior). También conoceremos datos de noviembre como la confianza del consumidor del Conference Board con deterioro esperado (110e vs 113,8 anterior), el índice manufacturero ISM de noviembre estable (61e vs 60,8 anterior) y servicios moderándose (65e vs 66,7 anterior) o el Libro Beige que servirá para preparar la próxima reunión de la Fed. 

En la Eurozona destacamos el IPC preliminar de noviembre que seguiría tendiendo al alza (+4,5%e anual vs +4,1% anterior), con la subyacente más controlada +2,3%e (+2% anterior) y las confianzas de noviembre previsiblemente moderándose ante el incremento de contagios. También conoceremos los datos finales de PMIs compuesto, manufacturero y servicios de noviembre a nivel global y que esperamos confirmen los datos preliminares, compatibles con un buen ritmo de crecimiento global. Asimismo estaremos atentos a las perspectivas económicas de la OCDE (miércoles) y la reunión de la OPEP+ (jueves) en la que veremos cuál es la reacción de los países productores a la liberación de reservas estratégicas por parte de Estados Unidos y otros países, especialmente ante una potencial desaceleración de la demanda. 

En cuanto a nuestra visión de mercado, reiteramos nuestra conclusión de que los temores de estanflación son excesivos, pero que no desaparecerán en el corto plazo, especialmente en un contexto marcado por el aumento de contagios y nuevas variantes, por lo que no se pueden descartar correcciones adicionales en las bolsas, aunque el buen fondo de mercado, asumiendo un impacto limitado de las nuevas variantes (desvinculación contagios- UCIS) justifica aprovechar las caídas para comprar. Seguiremos vigilando los principales factores de riesgo como son los cuellos de botella en cadenas de producción que presionan al alza los precios de consumos y con ello la inflación, así como por su efecto sobre el crecimiento y los márgenes empresariales, aunque creemos que el crecimiento del PIB 2021-22 continuará por encima del potencial gracias a los apoyos monetarios y fiscales y pese a la gradual reducción de estímulos por parte de los bancos centrales, que aun así mantendrán una elevada liquidez y un entorno de bajos tipos de interés propicio para la inversión en renta variable. Adicionalmente, habrá que vigilar la evolución de la pandemia y la reinserción de medidas restrictivas a la movilidad de los ciudadanos, lo que podría tener cierto efecto adverso en la recuperación económica.