Evergrande se une al ‘caldo de cultivo’ perfecto para una corrección: desde sus últimos máximos, los principales índices europeos y estadounidenses han cedido un 5%

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | La mala fama del mes de septiembre parece que se vuelve a justificar una vez más, ya que en lo que va de mes la mayoría de los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses han perdido todo lo ganado en lo que iba de trimestre. Así, ayer, la “tan esperada” corrección parece que llegó a estos mercados, como si fuera una “profecía autocumplida”. 

La “excusa” de los inversores para reducir de forma acelerada sus posiciones de mayor riesgo fueron los serios problemas por lo que atraviesa una de las dos mayores promotoras inmobiliarias chinas, Evergrande, compañía que mantiene un volumen de deuda vivo de 300.000 millones de dólares y que ayer confirmó que no podrá hacer frente el jueves próximo al pago de los intereses de dos bonos, unos nominados en dólares y otros en yuan, por un importe aproximado de 84 millones de dólares. Según distintas fuentes, la empresa estaría en conversaciones con los bancos sobre la concesión y renovación de algunos préstamos después de confirmar a los acreedores que no esperen los mencionados pagos. Esta noticia provocó fuertes descensos tanto en las acciones de Evergrande como en sus bonos en la bolsa de Hong Kong –las bolsas de China continental no abren esta semana hasta mañana–, arrastrando tras de sí al sector promotor y a la bolsa hongkonesa en su conjunto, así como al resto de bolsas asiáticas –Tokio, que estuvo ayer cerrada por una festividad local, está hoy “poniéndose al día”, con el Nikkei cediendo algo más de un 2%–. 

Las fuertes caídas de las bolsas asiáticas fueron el detonante que provocó que ayer las bolsas europeas, primero, y las estadounidenses, después, abrieran con importantes descensos, que fueron a más según avanzaba la sesión. En las últimas semanas se venía hablando insistentemente de la posibilidad de que se produjera una corrección en las bolsas occidentales por varios factores, que ya hemos enumerado en alguna ocasión anterior: i) el temor a que la nueva ola de la pandemia, “protagonizada” por la contagiosa variante Delta del Covid-19, lastre la recuperación económica mundial; ii) la elevada inflación que, aunque todo parece indicar por los factores que la están generando, será transitoria, pero que en el corto plazo también amenaza seriamente el crecimiento económico, sobre todo por el repunte de los precios energéticos; iii) la posibilidad cada vez más real de que los principales bancos centrales comiencen el proceso de retirada de algunos de sus estímulos monetarios; iv) la inestabilidad política en Estados Unidos, que amenaza con que el Gobierno Federal se quede sin fondos en el corto plazo y que, además, puede terminar impidiendo la aprobación de los planes de apoyo fiscales diseñados por la Administración Biden, planes que conllevan la aprobación de una extensa batería de impuestos que impactarán negativamente en los resultados empresariales de ser aprobados; y v) las tensiones entre Estados Unidos y China que, lejos de haberse reducido con el presidente Biden, parecen que están yendo a más.

Si a todo ello unimos el hecho de que los principales índices europeos y estadounidenses se han revalorizado mucho desde los mínimos de marzo de 2020; que el S&P 500 no ha cedido más del 5% desde el pasado mes de octubre, cuando normalmente lo hace unas dos o tres veces al año; y que, algunas cotizadas muestran valoraciones como poco exigentes, tenemos “el caldo de cultivo” perfecto para una corrección –caída de los índices de más del 10% desde sus recientes máximos… en los mercados en el corto plazo. Otra cosa es que esta corrección se produzca finalmente y no la evite la entrada de dinero fresco. De momento, y desde sus últimos máximos, los principales índices europeos y estadounidenses han cedido alrededor del 5%. 

En el corto plazo, será la resolución de la crisis de Evergrande, algo que conoceremos en los próximos días, la que determine si las caídas van a ir a más en las bolsas o si, por el contrario, éstas rebotan como lo han venido haciendo a lo largo de todo el ejercicio cada vez que cedían varios días seguidos. En este sentido, sería importante que la compañía Evergrande evite la quiebra y logre llegar a un acuerdo con sus acreedores, la mayoría fondos de inversión y empresas, y en mucha menor medida bancos, para la reestructuración de su deuda. Además, en principio, parece que la exposición directa de las firmas europeas y estadounidenses a Evergrande es limitada, aunque el riesgo real de este tema no es ese, sino la posibilidad que se genere un efecto dominó en el sector promotor chino y ello provoque una fuerte ralentización del crecimiento de esta economía, algo que se dejaría notar en la economía mundial en su conjunto –la economía china supone aproximadamente el 18% del PIB mundial–. Como todo lo que ocurre en el país asiático, el Gobierno y el Partido Comunista tendrán mucho que decir sobre la resolución de esta crisis, aunque últimamente las decisiones adoptadas por el Ejecutivo del país, entre ellas la de restringir el crédito al sector promotor, una de las causas que está generando los problemas de Evergrande, nos hacen dudar del verdadero objetivo perseguido por ambos. 

Hoy esperamos que el hecho de que los descensos en la bolsa de Hong Kong se hayan moderado según avanzaba la sesión y que los futuros de los principales índices estadounidenses vengan al alza –ayer en la última hora de la sesión de Wall Street entró dinero en el mercado, lo que limitó los descensos de los índices– faciliten la apertura al alza de las bolsas europeas, con los índices intentando recuperar algo del terreno cedido en las últimas dos sesiones. La atención de los inversores seguirá centrada en las noticias que lleguen desde China sobre el futuro inmediato de Evergrande, así como en las negociaciones en el Congreso de Estados Unidos para la aprobación de un nuevo techo de gasto, que permita evitar que el Gobierno Federal se quede sin recursos a mediados de octubre, y para la aprobación de los programas de infraestructuras apoyados por la Administración Biden, negociaciones que parece que siguen encalladas. 

Por lo demás, comentar que la agenda macro del día de hoy es muy limitada, destacando únicamente la publicación esta tarde en Estados Unidos de las cifras de nuevas viviendas iniciadas y de los permisos de construcción, ambos del mes de agosto.