Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una sesión en la que el BCE fue el protagonista, los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer de forma mixta, sin grandes cambios, con el Ibex 35 volviéndose a desmarcar, para mal, lastrado por el mal comportamiento del sector bancario, lo que le llevó a cerrar con un descenso de medio punto porcentual, aunque lejos de su nivel más bajo del día. En este sentido, cabe señalar que los inversores recibieron de forma muy negativa, en nuestra opinión, excesivamente negativa, los resultados del conjunto de 2023 de Bankinter (BKT), resultados que se pueden calificar en conjunto de muy buenos, pero que no alcanzaron lo esperado por los analistas, y ya se sabe que el mercado se mueve en función de expectativas. Las acciones de Bankinter (BKT) fueron duramente castigadas durante la sesión, llegando a perder por momentos hasta el 7%, arrastrando a su vez al resto del sector en la bolsa española, sector que, como siempre señalamos, tiene un peso relativo muy elevado en el Ibex 35. Además, el sector bancario europeo tampoco tuvo un buen día, penalizado por la caída de los rendimientos de los bonos, movimiento que, como ahora explicaremos, estuvo muy ligado con la interpretación que hicieron muchos inversores de la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, algo que pasamos a analizar a continuación.
Si bien tanto el Consejo de Gobierno del BCE en su comunicado post reunión como su presidenta, la francesa Christine Lagarde, en la rueda de prensa posterior a la misma volvieron a insistir que todavía no era el momento de hablar de potenciales bajadas de tipos, el hecho de que se mostraran optimistas, más optimistas de lo que se esperaba, sobre el comportamiento reciente y, sobre todo, futuro de la inflación, fue interpretado por muchos inversores como que el inicio del proceso de bajadas de tipos estaba más cercano a lo que el BCE quería reconocer. Así, tanto los mercados de bonos como los de acciones se giraron al alza, mientras que los futuros daban una probabilidad cercana al 80% de que la primera bajada de tipos oficiales tendría lugar en la reunión que mantendrá el Consejo de Gobierno en abril. No tenemos nada claro que ello vaya a ser así, a no ser que i) la inflación se comporte en los próximos meses mejor de lo esperado, y se acerque, concretamente la subyacente, al objetivo del 2% y ii) que la economía de la Eurozona se deteriore sensiblemente más de lo que lo ha hecho hasta ahora. Si no se cumplen estas premisas, creemos que el BCE esperará hasta mayo/junio para comenzar a bajar sus tasas de referencia.
En Wall Street la sesión de ayer estuvo marcada por la macroeconomía. Así, la publicación del PIB del 4T2023 (primera estimación del dato) sorprendió a los inversores y analistas, al superar con creces el crecimiento intertrimestral anualizado de esta variable proyectado (3,3% vs 1,7% por el consenso de FactSet). Si bien se podría haber esperado una negativa reacción de los mercados de bonos -la fortaleza de la economía de Estados Unidos en teoría da margen a la Reserva Federal (Fed) para retrasar el inicio del proceso de bajada de tipos– y, por ello, de los de acciones, en esta ocasión los inversores optaron por ver el “vaso medio lleno” y aceptaron las buenas noticias como lo que son: buenas noticias. El escenario creemos que es positivo para los mercados tanto de bonos como de acciones ya que, mientras el proceso deflacionista sigue su marcha a buen ritmo, la economía de Estados Unidos sigue mostrando gran fortaleza, lo que aleja por el momento su posible entrada en recesión, escenario, este último, que hace pocos meses los mercados daban por hecho, lo que es bueno para los resultados empresariales y para las valoraciones de las cotizadas. Es por todo ello que las bolsas estadounidenses se están mostrando muy sólidas. Ayer mismo todos sus índices volvieron a cerrar con ganancias, con el Dow Jones y el S&P 500 marcando nuevos máximos históricos y el Nasdaq Composite quedándose muy cerca de ello.
Hoy tendremos más información sobre la economía estadounidense, ya que esta tarde se publicarán las cifras de ingresos y gastos personales, cifras fundamentales para poder determinar el estado del consumidor, así como el índice de precios del consumo personal (PCE), que es la variable de precios más seguida por la Fed y en base a la que diseña su política monetaria. En principio se espera que el crecimiento interanual del índice general se haya mantenido estable en el 2,6% en el mes de diciembre y que el de su subyacente haya vuelto a bajar, situándose en el 3% frente al 3,2% de noviembre. Los mercados estarán muy pendientes de la publicación de estas cifras de inflación que, si cumplen o mejoran lo esperado, podrían servir de catalizador para nuevas alzas en las bolsas occidentales.
Para empezar, esperamos que los principales índices bursátiles europeos abran hoy de forma mixta, con el sector de lujo, sector que lleva meses siendo muy castigado, sirviendo de soporte a los principales índices de la región, especialmente al CAC 40 -su peso en los mismos es muy elevado- tras la buena recepción que han tenido las cifras trimestrales dadas a conocer por LVMH (MC-FR). En sentido contrario, el sector tecnológico podría comenzar la sesión algo presionado, lastrado por las decepcionantes expectativas de negocio dadas a conocer ayer por Intel (INTC-US), lo que ha provocado una fuerte caída de su cotización, superior al 10%, en operaciones fuera de hora. Posteriormente, y como ya hemos señalado, será la publicación esta tarde en Estados Unidos del PCE de diciembre lo que determinará la tendencia de cierre semanal que adopten las bolsas europeas y estadounidenses.