La inflación subyacente de EEUU alcanza en septiembre su tasa de crecimiento interanual más elevada desde 1982

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una sesión de continuas idas y vueltas, los principales índices bursátiles europeos rompieron una racha de seis jornadas consecutivas a la baja, para cerrar la jornada con importantes avances. Así, y tras un comienzo de sesión claramente bajista, los índices se giraron al alza, animados los inversores por los descensos que experimentaban en ese momento los rendimientos de los bonos, hecho directamente ligado con las noticias/rumores de que el Gobierno británico estaría estudiando la posibilidad de modificar sus políticas fiscales, evitando de este modo disparar al alza el déficit público.

Posteriormente, y ya por la tarde, la publicación en Estados Unidos del IPC de septiembre que se comportó peor de lo esperado por los analistas, provocó que los índices europeos se giraran a la baja, llegando a ceder por momentos y en algunos casos cerca del 2%. En este sentido, cabe señalar que, si bien la tasa de crecimiento interanual del índice general lleva meses desacelerándose en Estados Unidos, aunque se mantiene a niveles excepcionalmente elevados, lo que más nos preocupa y, creemos que también a la Reserva Federal (Fed), es el hecho de que su subyacente, que excluye para su cálculo los precios más volátiles, como son los de los alimentos no procesados y los de la energía, alcanzó en septiembre su tasa de crecimiento interanual más elevada desde 1982. El comportamiento de la inflación subyacente, que es la más difícil de combatir, viene a ratificar que las presiones de precios en la economía estadounidense siguen muy enraizadas y, de momento, al alza. Todo ello nos hace apostar por que la Fed volverá a subir sus tasas de interés de referencia en 75 puntos básicos por cuarta vez de forma consecutiva en la reunión de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de noviembre. Entendemos que ésta fue la lectura inicial que hicieron los inversores, lo que provocó la caída de los precios de los bonos, el repunte de sus rentabilidades, el fortalecimiento del dólar, el descenso del precio del crudo y el giro a la baja de los futuros de los índices de Wall Street y de las bolsas europeas. Posteriormente, y por los motivos en los que luego profundizaremos, todos estos movimientos se revirtieron, lo que permitió a los índices bursátiles europeos cerrar claramente al alza, como ya hemos indicado.

En Wall Street la sesión fue de “muy a menos a muy a más”, siendo el quinto mayor giro alcista en puntos experimentado por el S&P 500 en una sesión en la historia de este índice. Así, y como hemos señalado, la primera reacción de los inversores a los “malos” datos de la inflación estadounidense en septiembre fue muy negativa. A la apertura, los principales índices de Wall Street, siguiendo la estela de sus futuros, experimentaron fuertes descensos. Sin embargo, y sin ningún motivo “fundamental” que lo pueda justificar, poco a poco, los índices se fueron girando al alza, cogiendo cada vez mayor inercia, hasta cerrar el día con fuertes avances, con los valores del sector de la energía y los bancos liderando las alzas. Cabe recordar que ayer anticipábamos en nuestro comentario que “el elevado nivel de sobreventa que presentaban muchos índices y muchas acciones y el pesimismo reinante en la comunidad inversora podían facilitar en cualquier momento un nuevo rebote brusco en las bolsas”. Parece que ello se cumplió ayer, aunque nosotros apuntábamos como posible catalizador de esta reacción a unas “buenas cifras del IPC estadounidense”, algo que, evidentemente no se cumplió.

Hoy es factible, tal y como adelantan los futuros de los índices bursátiles de Wall Street, que el rally de alivio, de evidentes características “técnicas”, continúe cuando abran las bolsas europeas esta mañana, en una sesión en la que de forma “oficiosa” se inicia la temporada de publicación de resultados trimestrales en las bolsas estadounidenses con cuatro de los mayores bancos de Estados Unidos: JP Morgan, Citigroup, Wells Fargo y Morgan Stanley, dando a conocer sus cifras. Habrá que estar muy atentos a lo que digan sus gestores sobre el escenario macroeconómico al que se enfrentan sus negocios y a la posibilidad de que, adelantándose a un posible deterioro de la morosidad, las entidades opten por dotar nuevas provisiones. Entendemos que de las cifras que presenten estas entidades a primera hora de la tarde y de las expectativas de resultados que den a conocer va a depender en gran medida si las bolsas europeas y estadounidenses son capaces de mantener el buen tono hasta el cierre de la sesión o si, por el contrario, vuelven las pérdidas a estos mercados. Hasta entonces, apostamos por unas bolsas europeas al alza, en un ambiente de una mayor actividad de lo que ha venido siendo habitual en las últimas semanas. Reiteramos nuestro consejo de aprovechar estos fuertes repuntes puntuales de los mercados de renta variable, que no creemos que, por el momento, sean el final del actual mercado bajista, para i) reposicionar nuestras carteras, aumentando el peso relativo en las mismas de los valores/sectores más defensivos y para ii) situar nuestra exposición a la renta variable al nivel de riesgo que estemos dispuestos a asumir.