Los índices europeos cierran el 1S2021 con avances medios superiores al 12%; el Ibex 35 se descuelga al ceder más del 4% en junio

Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer con sensibles caídas, en una sesión, la última del 2T2021, en la que los temores a que el repunte de casos de Covid-19 pueda condicionar el verano en Europa volvió a pesar en el ánimo de los inversores, los cuales optaron por cerrar algunas posiciones de riesgo en renta variable y aumentar las que mantienen en bonos.

No obstante, y a pesar de que en las últimas sesiones del mes de junio los índices europeos han cedido gran parte del avance que había logrado en la primera mitad del mes, el 2T2021 ha sido bastante positivo para estos mercados, cuyos índices han avanzado de media cerca del 4,5% en el mismo, ganancias que, unidas a las acumuladas durante el 1T2021, les han permitido cerrar un gran primer semestre (1S2021), con avances medios superiores al 12%. De esta corriente generalizada se ha descolgado a “última hora” el Ibex-35, que ha cedido más del 4% en junio, lo que ha limitado sus ganancias en el 2T2021 al 2,3% y las del 1S2021 al 9,3%, en ambos casos sensiblemente por debajo del resto de los principales índices bursátiles de la región.

Así, factores como la incertidumbre política que afecta al país, la amenaza de cambios en los marcos regulatorios de algunos sectores, como en el caso del eléctrico, y la posibilidad de que, por segundo año de forma consecutiva, la temporada turística sea floja, han pesado en el comportamiento de muchos valores en la segunda mitad del mes de junio, penalizando el comportamiento del índice. Cabe también señalar que los volúmenes de contratación han sido en la bolsa española muy reducidos durante estos últimos meses, especialmente lastrados por el poco interés mostrado por este mercado por los inversores extranjeros. 

En Wall Street el 2T2021 ha sido aún mejor que en Europa, con los principales índices estadounidenses recuperando en este periodo de tiempo gran parte del diferencial que habían cedido con relación a los índices europeos. Todo ello ha permitido a los principales índices de este mercado marcar durante el mes de junio sucesivos máximos históricos y al S&P 500 cerrar el 1S2021 a su nivel más alto de la historia. 

De cara al 2S2021 somos moderadamente positivos con relación al posible comportamiento de las bolsas occidentales, ya que creemos que las fuerzas que vienen apoyando a estos mercados : i) la liquidez ingente inyectada en el sistema por bancos centrales y por las políticas fiscales de apoyo a las economías, especialmente por las implementadas por el Gobierno estadounidense; ii) la falta de alternativas atractivas de inversión; iii) las elevadas expectativas de crecimiento económico que se manejan para la segunda mitad del año y para 2022; y iv) muy relacionada con la anterior, las continuas revisiones al alza de las expectativas de resultados por parte de los analistas para muchas empresas cotizadas, permitirán a las bolsas occidentales mantener un tono positivo en los próximos meses, aunque no podemos descartar fases de elevada tensión en los mercados, sobre todo cuando los bancos centrales den señales inequívocas de que van a comenzar a retirar parte de sus estímulos monetarios. 

Por otra parte, y en lo que hace referencia al virus y a las nuevas variantes que, como la Delta, se están propagando por muchos países del mundo, cabe señalar que todos los estudios apuntan a que las vacunas son muy eficaces contra las mismas, por lo que, a medida que siga avanzando el proceso de inmunización de la población, el virus estará cada vez más bajo control. Es por ello que no esperamos que, salvo en lo que afecta al sector de ocio y turismo, la pandemia vaya a limitar el alcance de la recuperación económica actualmente en marcha en los países desarrollados. 

Por lo demás, y centrándonos en la sesión de hoy, señalar que esperamos que los índices europeos abran al alza, intentando recuperar parte de lo cedido ayer durante las últimas horas de la sesión. En la agenda macro del día, cabe destacar la publicación en Europa y Estados Unidos de las lecturas finales del mes de junio de los índices adelantados de actividad del sector de las manufacturas, los PMIs manufacturas y el ISM manufacturas estadounidense. No esperamos sorpresas de unos índices que confirmarán que, pese a que el ritmo de expansión en el sector se ha ralentizado, más por los problemas que afectan a la oferta -cuellos de botella en las cadenas de suministros- que porque se haya debilitado la demanda, éste ha seguido siendo muy elevado en el mes de junio en términos relativos históricos. Además, y por la tarde y en Estados Unidos, se darán a conocer las peticiones iniciales de subsidios de desempleo semanales, cifra que es una buena aproximación de la evolución del desempleo semanal en el país y que en las últimas semanas ha sorprendido negativamente. No obstante, será mañana, cuando el Departamento de Trabajo de Estados Unidos publique la evolución del empleo no agrícola en junio, cuando nos podremos hacer una idea más concreta de cómo ha evolucionado el mercado laboral estadounidense en el último mes. Una fuerte creación de empleo en junio podría animar a la Reserva Federal (Fed) a anunciar en los próximos meses cuándo empezará a reducir sus compras de activos en los mercados secundarios, algo que, como hizo ayer el presidente de la Reserva Federal de Dallas, Kaplan, ya empiezan a demandar algunos “pesos pesados” del banco central estadounidense. 

Por último, recordar que hoy se reúnen los ministros de Energía de la OPEP+, reunión en la que intentarán llegar a un acuerdo para mantener en el mes de agosto los actuales niveles de producción sin cambios o aumentarlos, posiblemente entre 0,5-1 millón de barriles por día (bdp). Se espera que el grupo también discuta si extender el acuerdo de reducción de suministro más allá de abril de 2022. Sin poder anticipar cuál será la decisión final que adopta la OPEP y sus socios “no OPEP”, lo que es evidente es que la misma tendrá un impacto relevante en el comportamiento del precio del crudo, al menos en el corto plazo.