Los inversores piensan que parte del dinero del plan fiscal de ayudas de Biden acabará en los mercados financieros

Señor entrando en Wall Street con mascarilla

J.J. Fdez-Figares (Link Securities) | Los mercados de valores europeos y estadounidenses cerraron ayer con fuertes alzas, apoyados en la fortaleza mostrada por los bonos, activos que llevaban días bajo presión, lo que había impulsado al alza sus rentabilidades -recordar que los precios de los bonos se mueven en sentido contrario a sus rendimientos-. En la recuperación de los bonos tuvieron mucho que ver ayer las declaraciones de varios miembros del BCE, en las que “amenazaban” con intervenir si las rentabilidades de estos activos seguían subiendo. Así, y en un día en el que los índices adelantados de actividad del sector de las manufacturas, los conocidos PMIs, confirmaron una vez más la resistencia que está mostrando el sector en la actual crisis, los inversores optaron por aprovechar las recientes caídas de muchos valores, especialmente de los más ligados con el ciclo económico, para incrementar sus posiciones en renta variable, lo que llevó a los principales índices europeos y de Wall Street a cerrar con importantes ganancias, con los estadounidenses terminando la sesión muy cerca de sus niveles más altos del día -el S&P 500 tuvo su mejor sesión desde el pasado 20 de junio-. 

Además, los inversores recibieron de forma positiva tanto la aprobación en EEUU para su uso de emergencia de una nueva vacuna contra el Covid-19, la desarrollada por Johnson & Johnson, como la aprobación este fin de semana por la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense del plan fiscal de ayudas que, por importe de $ 1,9 billones, había propuesto el presidente Biden. Si bien el plan será “moderado” por el Senado, el importe de las ayudas a las personas y a las empresas afectadas por la pandemia será muy relevante, algo que gusta a los inversores ya que piensan que parte de ese dinero, como ya ha sucedido con anteriores programas de ayudas, acabará en los mercados financieros.  

Destacar, además, que ayer fueron los valores más cíclicos y que más se benefician de una potencial recuperación económica, tales como los de ocio y turismo, los relacionados con las materias primas minerales o los industriales, los que mejor se comportaron. No obstante, el descenso que experimentaron en el día los rendimientos de los bonos también impulsó al alza las cotizaciones de los valores catalogados como de “crecimiento”, especialmente de los tecnológicos, los cuales habían sido muy castigados en las últimas semanas -las acciones de Apple, por ejemplo, subieron ayer más del 5% tras haber cedido el 15% en el último mes-. 

Hoy esperamos que las bolsas europeas abran a la baja, con los inversores tomándose un respiro y aprovechando las fuertes alzas que experimentaron ayer muchos valores para realizar algunos beneficios. No obstante, y de consolidarse la estabilidad mostrada ayer por los mercados de bonos, es muy factible que las bolsas occidentales retomen su tendencia al alza en marzo, apoyadas en las elevadas expectativas de reactivación de la actividad económica que están generando los positivos resultados de los procesos de vacunación en los países donde van más avanzados. Este hecho y la posibilidad de que en cuestión de meses se disponga de más vacunas para luchar contra la pandemia, hace pensar a los inversores que el final de la misma está cada vez más cerca. Por otro lado, señalar que hoy es factible que la fortaleza del dólar y la consiguiente debilidad de los precios de algunas materias primas minerales y del petróleo, precios que suelen mantener una elevada correlación inversa con la divisa estadounidense, lastren el comportamiento en bolsa de los valores ligados con estos productos. 

Por lo demás, comentar que la agenda macro del día es bastante limitada, destacando únicamente la publicación de la lectura preliminar del IPC de febrero en la Zona Euro, de las ventas minoristas de enero en Alemania y del desempleo de febrero en este último país y en España, cifras que, salvo “gran” sorpresa, no deberían tener impacto alguno en el comportamiento de los mercados de renta variable.