Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | Por segunda sesión de forma consecutiva las bolsas europeas y estadounidenses cerraron ayer claramente a la baja, con los principales índices muy cerca de sus niveles más bajos del día.
Se pueden buscar muchas razones para justificar estos descensos, que ayer fueron liderados en estos mercados por los valores cuyos negocios, en principio, salen más beneficiados por la reapertura de las economías y la recuperación económica, tales como los bancos, las compañías relacionadas con el petróleo y con las materias primas minerales, las compañías industriales y las de ocio y turismo, todas ellas con un elevado componente cíclico. Así, podríamos destacar el hecho de que la pandemia parece todavía fuera de control en muchos países, tales como la India, Turquía, Argentina, Brasil o, incluso, algunos de la Unión Europea (UE), lo que amenaza con la reimplantación de nuevas restricciones a la movilidad y a la actividad de muchas empresas, poniendo en riesgo la tan esperada recuperación económica o, al menos, retrasándola en el tiempo. También se podría hablar que de que todas las buenas noticias están ya descontadas por los mercados: el buen funcionamiento de las vacunas; resultados empresariales que baten expectativas; la reapertura y la progresiva vuelta a la normalidad de los países en los que el proceso de vacunación va más avanzado, como ocurre en el Reino Unido y en Estados Unidos; o que, en muchos casos, las valoraciones de muchas cotizadas han alcanzado niveles muy exigentes. Por último, también se podría sacar a colación que, ante la mejora de las expectativas de crecimiento, los bancos centrales de los países desarrollados podrían verse tentados a comenzar a retirar sus estímulos monetarios antes de lo previsto.
Siendo todo lo anterior cierto en alguna medida, en nuestra opinión lo que está ocurriendo en las bolsas occidentales en los últimos días es una mera corrección de tipo técnico. Muchos índices y valores, tras semanas de alzas interrumpidas –la bolsa estadounidense ha empalmado cuatro semanas seguidas al alza, algo que no ocurría desde el pasado mes de agosto–, habían alcanzado niveles de sobrecompra muy elevados, por lo que es normal e, incluso sano, que corrijan parte de estos avances, con los inversores más cortoplacistas haciendo “el trabajo sucio” y aprovechando las mencionadas revalorizaciones para realizar beneficios. Este comportamiento, que podemos considerar como parte de un proceso de consolidación en los mercados, no es nada que no hayamos visto en ocasiones anteriores. Determinar si la corrección va a continuar o si va a ser más o menos intensa ya es otra historia.
En principio, no creemos que los recortes vayan a ir muy lejos, y vemos los mismos como una clara oportunidad para incrementar nuevamente posiciones en renta variable, ya que pensamos que los factores que han venido impulsando el precio de estos activos en los últimos meses siguen aún vigentes. Así, la elevada liquidez existente en el sistema, producto de las políticas monetarias y fiscales expansivas; el buen funcionamiento de las vacunas contra el Covid-19 en la “vida real”, que hace muy factible que en cuestión de meses la pandemia pueda estar bajo control, lo que esperamos tenga un importante impacto positivo en el crecimiento económico mundial; y el fuerte incremento de los resultados empresariales y la sensible mejoría de las expectativas de los negocios de muchas cotizadas, entendemos que ejercerán de soporte de la renta variable, impidiendo que se produzca, al menos en el corto plazo, una corrección de grandes dimensiones en las bolsas mundiales.
Centrándonos en la sesión de hoy, señalar que esperamos que, tras los fuertes recortes experimentados ayer por sus principales índices y por muchos valores, las bolsas europeas intenten recuperar algo de terreno cuando abran por la mañana. Si ese intento fructificará o no, ya es otra historia. En ese sentido, señalar que tampoco nos sorprendería mucho que, al menos por unos días, continúen los goteos de las cotizaciones a la baja, aunque, insistimos, no pensamos que la corrección vaya a ir muy lejos, al menos en esta ocasión. Por lo demás, comentar que la agenda macro del día es muy limitada, destacando únicamente la publicación en el Reino Unido del IPC y del índice de precios de la producción (IPP), correspondientes al mes de marzo. Otra cosa será mañana, cuando la reunión del Consejo de Gobierno del BCE centrará toda la atención de los inversores. A pesar de que el mercado no espera cambios en los principales parámetros de la política monetaria de la institución, la reunión ha generado cierta inquietud entre los inversores, inquietud que entendemos que no está justificada, ya que no esperamos ningún cambio en el discurso del BCE, al menos de momento.