Un ‘no aterrizaje’ sería lo más positivo para los mercados, ya que se evitaría también la recesión de resultados

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | En una sesión que no contó con la referencia de Wall Street, mercado que permaneció cerrado por la celebración en Estados Unidos del Día del Presidente, los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer de forma mixta, sin grandes cambios, en un ambiente de escasa actividad, lo que se dejó notar en unos volúmenes de contratación muy cortos. Los inversores optaron ayer por tomarse el día a título de inventario, optando en algunos casos por aprovechar las fuertes alzas registradas recientemente por algunos valores/sectores para realizar algunas plusvalías, a la espera de conocer la tendencia que adopta hoy Wall Street cuando abra esta tarde. Todo parece indicar que los mercados de valores europeos y estadounidenses, tras el fuerte inicio del ejercicio, se encuentran algo “cansados”, habiendo alcanzado importantes niveles de sobrecompra tanto los índices como muchos valores, con muchos de ellos, además, enfrentándose a los actuales niveles de precios a importantes resistencias. Además, entre los inversores ha surgido en las últimas sesiones un importante dilema: qué va a tener más impacto en el comportamiento de los mercados de valores occidentales en el medio/largo plazo, i) que las economías desarrolladas se muestren resistentes y sean capaces, en su mayoría, de evitar la entrada en recesión -ayer el Bundesbank, en su boletín mensual, vino a dar por casi segura la entrada en recesión técnica de la economía de Alemania en el 1T2023- o ii) que las tasas de interés oficiales “terminales” alcancen niveles superiores a los en principio esperados y se mantengan a esos niveles más tiempo del también proyectado por los inversores.

Si bien un “no aterrizaje”, como se ha calificado al escenario en el que las economías desarrolladas evitan la recesión y mantienen un ritmo moderado de crecimiento, sería en principio lo más positivo para los mercados, ya que de esta forma también se evitaría la “recesión” de resultados esperada por muchos inversores, el principal problema es que este escenario haría más complicado para los bancos centrales luchar contra la inflación, por lo que se verían forzados a actuar con mayor contundencia en materia de tipos de interés de lo que han venido hasta ahora descontando los mercados. Ello conllevaría unas condiciones de financiación más restrictivas, que podrían terminar provocando, a más largo plazo, un “aterrizaje brusco” de estas economías. Determinar, por ello, qué es lo “mejor” para las bolsas y cuál debe ser la estrategia de inversión a seguir es el “dilema” que deberán resolver los inversores en los próximos meses.

Más a corto plazo, y centrándonos en la sesión de hoy, cabe destacar que ésta presenta una agenda macroeconómica interesante, en la que destaca la publicación en la Eurozona, sus dos principales economías: Alemania y Francia, el Reino Unido y Estados Unidos de las lecturas preliminares de febrero de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas y de los servicios, los conocidos PMIs, índices que, en principio, y como ya adelantamos ayer, se espera hayan seguido “mejorando” en el mes, con algunos de ellos incluso señalando una ligera expansión intermensual de la actividad. Además, por la mañana se publicarán en Alemania los índices ZEW del mes de febrero, índices que miden la percepción que tienen los grandes inversores y los analistas de la economía alemana y que también se espera que hayan mejorado sensiblemente con relación a sus lecturas de enero, alejándose de esta forma de sus recientes mínimos, marcados a finales de 2022. Todo ello, de concretarse, volvería a confirmar la “resistencia” de las principales economías desarrolladas y la recuperación de la confianza en la marcha de las mismas que se viene observando en los últimos meses en los ciudadanos -ayer la lectura preliminar de febrero del índice de confianza de los consumidores de la Eurozona volvió a mejorar sensiblemente con relación a su nivel del mes precedente; ver sección de Economía y Mercados-, en las empresas y en los inversores. Si a esta resistencia se sumara una rápida moderación de la inflación, que evitara una actuación más contundente de los bancos centrales, el escenario sería el ideal para las bolsas. Es esta última “pata” la que todavía “cojea”, especialmente en Europa, donde la inflación subyacente, la más complicada de combatir, no ha dado ningún síntoma de estar controlada. Es más, continúa a los niveles más elevados en décadas en muchos países, entre ellos en España, donde en enero se situó en el 7,5%, nivel que no había alcanzado desde 1986.

A la espera de que se vayan publicando los mencionados indicadores macroeconómicos, esperamos que las bolsas europeas abran hoy sin rumbo fijo, ligeramente a la baja y con los índices moviéndose en un estrecho intervalo de precios tras la apertura. Posteriormente serán las lecturas de los PMIs las que atraerán la atención de los inversores. En principio, creemos que unas lecturas mejores de lo esperado por el consenso de analistas serán bien recibidas por los inversores, aunque tampoco estamos totalmente convencidos de ello, ya que podría “entrar el juego” el axioma de que “las buenas noticias son malas” para las bolsas. Habrá, por tanto, que estar atentos a la reacción de las bolsas a la publicación de los mencionados índices adelantados de actividad tanto en Europa como en Estados Unidos.