Alemania no sabe quién será su canciller pero sí su ministro de Finanzas: Lindner

Christian Lindner FPD

CdM | Olaf Scholz, vicecanciller y líder del SPD, los socialdemócratas alemanes, ganó ayer las elecciones en Alemania con el 25,7% de los votos, por delante de Armin Laschet, el sucesor de  Merkel en la CDU, que obtuvo el 24,5% de los votos. Los Verdes de Annalena Baerbock, con un 14,8% serán la tercera fuerza, y ya han mostrado su preferencia por un gobierno con el SPD pero son los liberales de Christian Lindner, con el 11,7% de los votos, lo que parecen tener la llave de la cancillería. Y Lindner, que en la campaña electoral dejó clara su intención de ser ministro de Finanzas, no se ha cerrado a formar la “coalición de futuro” que reclama ya la CDU para mantenerse en el Gobierno.

Ni Scholz ni Laschet parecen dispuestos a reeditar la gran coalición que ha sostenido al Gobierno alemán en las dos últimas legislaturas. Y aunque los Verdes han mostrado su preferencia por gobernar con el SPD nunca se han cerrado a entrar en el Gobierno en coalición con la CDU, mientras que los liberales -que tampoco se han cerrado a formar Gobierno con el SPD- han mostrado siempre su predisposición a apoyar a la CDU, con la que ya gobierna Laschet en el estado más poblado de Alemania, Renania del Norte- Westfalia. Y ya en la legislatura de 2009-13 dieron apoyo a un Gobierno de la CDU de Angela Merkel

Ni la ultraderecha de Alternativa para Alemania, con el 11% del voto pero aislada políticamente del resto del arco parlamentario, ni La Izquierda, que solo ha logrado el 5% del voto, parecen capaces de inclinar la balanza en uno u otro sentido por lo que las negociaciones para formar Gobierno se presentan largas y complejas. Pero todo parece indicar que serán los liberales los que deban inclinar la balanza. Y las condiciones del FPD quedaron claras en la campaña electoral: Lindner, que aspira a entrar en el Gobierno como ministro de Finanzas, se niega a subir impuestos y a aflojar la Schuldenbremse, la norma que impide que el déficit fiscal vaya más allá del 0,35% del PIB, una norma que la crisis del Covid 19 ha dejado en suspenso.