China: indicios de estabilización

Edmond de Rothschild AM | El BCE subió los tipos por décima, y quizás última vez consecutiva, a pesar de los llamamientos realizados durante el verano por los bancos centrales de los países mediterráneos para frenar el crecimiento en la eurozona. Al revisar al alza las previsiones de inflación y a la baja las de crecimiento para 2023 y 2024, el BCE optó por buscar la credibilidad reafirmando su determinación de volver a situar la inflación en su objetivo del 2%. En cualquier caso, esta subida de 25 pb supone un riesgo más para el crecimiento de la eurozona, pero los inversores la consideraron suficientemente creíble como para revisar a la baja las expectativas de inflación. En consecuencia, las yields de los bonos a largo plazo bajaron y las valoraciones de los activos de riesgo encontraron apoyo. Sin embargo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, no logró frenar la caída del euro. Cayó a 1,063 frente al dólar, su nivel más bajo desde mayo de este año.

La recuperación de las ventas retail y las nuevas solicitudes de subsidio de desempleo sugieren que el poder adquisitivo del consumidor estadounidense se ha visto favorecido por un aumento de los salarios superior al de la inflación. La inflación de agosto pasó del 0,2% en julio al 0,6% en agosto, pero principalmente por la subida de los precios energéticos La tendencia a la desinflación se vio confirmada por la caída de la inflación inmobiliaria.

Por otro lado, China se benefició de datos tranquilizadores en agosto: el turismo disfrutó de un auge durante el verano, el desempleo disminuyó y las medidas de estímulo impulsaron el consumo y la producción industrial. En conjunto, son indicios incipientes de estabilización.

Aumentamos el riesgo en las carteras en el mínimo de agosto y nos hemos mantenido en esta posición táctica y oportunista. A medio plazo, mantenemos la cautela sobre los activos de riesgo. El encarecimiento del petróleo podría poner en peligro el crecimiento y se dejará sentir más rápidamente que cualquier beneficio derivado del fin del endurecimiento monetario. Seguimos prefiriendo los bonos con yields atractivos.