Desplome de los precios de los bonos: El BCE, en sus proyecciones, iría a elevar las perspectivas de inflación para 2024 hasta el 3%

Ana Racionero (Intermoney) | A lo largo de la tarde de ayer iba tomando forma la idea de que el dato de IPC estadounidense podría terminar siendo más elevado de lo previsto, dados los recientes incrementos de los precios de la energía, con un WTI que superaba los 89 USD por barril y que ha subido un 10% en apenas dos semanas. Esto daba lugar a un aumento de las rentabilidades, lo que, a su vez, provocaba un cambio en el ánimo inversor ante el panorama de unos tipos más altos y elevaba las probabilidades de subidas de tipos en las reuniones de septiembre, hasta el punto de que las previsiones para una subida de 25 pb en la reunión de mañana del BCE se incrementaban hasta un 50% por primera vez en lo que va de mes, habida cuenta de que éste arrancaba con las apuestas a apenas un 20%.

La subasta del 10 años UST, con un 4.289%, alcanzaba la mayor rentabilidad desde 2007, al igual que la del tres años el día anterior. En cuanto a la renta variable, la subida del petróleo favorecía a las energéticas, y el aumento de las rentabilidades castigaba a las tecnológicas y favorecía a la banca a partes iguales. Pero lo que verdaderamente hacía que nos encontráramos esta mañana con un desplome de los precios de los bonos era una noticia de Reuters de última hora, en virtud de la cual se habría filtrado que el BCE, en sus proyecciones, iría a elevar las perspectivas de inflación para 2024 hasta el 3%, lo que, indefectiblemente, daba lugar a un aumento de las probabilidades de una subida de tipos en su reunión de mañana hasta situarlas al 70%, favoreciendo al euro y, por el contrario, perjudicando a los países periféricos, que ampliaban sus primas de riesgo. La rentabilidad del diez años italiano, en particular, ascendía a máximos de seis meses, al resultar más penalizado debido a la subasta de hoy de BTPS, con cuatro líneas.

Al ser mayor el aumento de las rentabilidades en el corto plazo, las curvas sufrían un aplanamiento. Para ponérselo mañana más difícil todavía a un ya atribulado y dividido BCE, hoy conocíamos que la producción industrial de la Eurozona descendió en julio un 1.1% frente al -0.9% esperado, después de haber crecido un 0.5% en junio. En términos interanuales, el descenso fue de un 2.2%, frente al -0.3% esperado. Según otra filtración, Alemania estaría revisando sus previsiones de PIB para 2023, que se publicarán el mes próximo, desde el crecimiento de un 0.4% contemplado en las anteriores, a una contracción de hasta un -0.3%.

El Reino Unido se enfrentaba hoy a otra jornada intensa con la publicación del PIB, que, en julio, descendió un 0.5% respecto del mes anterior en su mayor caída en siete meses, frente al -0.2% de las encuestas y tras haber crecido un 0.5% en junio. En términos trimestrales repetía el 0.2% anterior, una décima por debajo de las estimaciones. La lectura deja también al BOE con un bonito panorama, a pesar de lo cual, la rotundidad de las cifras de ingresos de ayer deja poco lugar a dudas respecto de una subida de 25 pb en su reunión del día 21, motivo por el que los mercados monetarios apuestan en un 78% por ello. La libra se depreciaba frente a sus pares hasta mínimos de tres meses.

El IPC estadounidense de agosto, en categoría intermensual, subía del 0.2% al 0.6%, tal y como preveían las encuestas. El índice interanual subyacente descendía del 4.7% al 4.3% en su menor avance en casi dos años, también en línea con las encuestas. Sin embargo, tal y como se venía barruntando desde ayer, tanto el subyacente intermensual, con un ascenso del 0.2% al 0.3%, el primero en seis meses, como el general interanual, con un incremento del 3.2% al 3.7%, superaban en una décima las previsiones. Estos datos mixtos de inflación reforzarían la idea de que la FED haga una pausa en septiembre, absteniéndose, empero, de anunciar el final de su ciclo de endurecimiento y, en su lugar, quede a la espera mientras continúa monitorizando las cifras venideras. Las bolsas retrocedían, en particular el Nasdaq, siempre más sensible a tipos más altos.

En otro orden de cosas, esta tarde está prevista un reunión a puerta cerrada en el Senado estadounidense con más de 20 líderes tecnológicos y de la sociedad civil, entre los que se cuentan los directores de cinco de las diez mayores empresas estadounidenses, con el fin de determinar cómo regular la inteligencia artificial, cuestión, por cierto, la mar de inquietante. Como inquietante resulta la reunión del líder norcoreano, Kim Jong Un, con el presidente ruso Vladimir Putin, en su primera cumbre en cuatro años, que muy probablemente habría versado sobre acuerdos de armamento para la guerra de Ucrania.