Itsaso Apezteguia Extramiana, market analyst de Ebury | Desde que comenzó el año ha quedado claro que el ritmo y el calendario de los recortes de los tipos de interés por parte de los principales bancos centrales serán clave para los mercados y la evolución de los principales índices de referencia, incluido el Euríbor, por supuesto.
Los mercados financieros han suavizado sus expectativas de recortes de tipos desde principios de 2024. Este retraso en las expectativas sobre los recortes de tipos por parte del Banco Central Europeo llevó a una subida del Euríbor a un año, principal referencia para fijar el tipo de interés de los préstamos hipotecarios. Así, el Euríbor rompió en febrero con tres meses consecutivos de bajadas y cerró el mes en el 3,671% de media, superando ligeramente el valor de enero. En marzo, el Euríbor anotó la segunda subida mensual consecutiva y cerró el mes en el 3,718%, su nivel más alto desde noviembre. En abril, el indicador no mostró una tendencia clara, al registrar subidas y bajadas, pero finalmente cerró el mes en el 3,703%, lo que supone una ligera bajada respecto al mes anterior.
En mayo, por el momento, los hipotecados tienen motivos para celebrar, ya que el Euríbor llega a mitad del mes con una bajada respecto al mes anterior. En concreto, el Euríbor a 12 meses cotiza actualmente en el 3,65%, lo que sitúa la media provisional del mes en el 3,66%. Esto no solo supone una bajada respecto al mes anterior, sino que también se sitúa por debajo del valor registrado en mayo de 2023 (3,862%). Este cambio a la baja se traduce en que las cuotas de los hipotecados que revisen su interés de forma anual durante estos días notarán una rebaja en sus cuotas. Si bien por el momento estas rebajas todavía son pequeñas, lo importante es el cambio de tendencia del indicador.
La gran pregunta ahora es qué ocurrirá con el Euríbor en los próximos meses. Como siempre, esto dependerá de la evolución de los tipos de interés de referencia del Banco Central Europeo, y cada vez parece más claro que los recortes de tipos están a la vuelta de la esquina. En su reunión de abril, el BCE mantuvo los tipos sin cambios, pero podría ser la última vez, ya que el banco central dejó claro a los mercados que está dispuesto a relajar la política monetaria en su próxima reunión de junio. Actualmente los mercados asignan aproximadamente una probabilidad del 90% a un primer recorte de tipos en junio. Nuestras expectativas son similares y creemos que el entorno es el adecuado para que el BCE empiece a relajar su política monetaria. El banco central se siente alentado por los avances en la inflación de la eurozona, lo que debería allanar el camino para un primer recorte de tipos de 25 puntos básicos en la próxima reunión del BCE que se celebra en junio. A más largo plazo, si bien es poco probable que los últimos datos de inflación de la eurozona cambien los planes del banco central de recortar los tipos en junio, podrían ser un argumento a favor de un ritmo más lento de recortes en 2024.
Así las cosas, cada vez parece más claro que las buenas noticias para los hipotecados llegarán a partir de junio, ya que junto con los recortes de tipos del BCE se producirá una caída significativa del Euríbor. La cuestión clave ahora es el ritmo de los recortes más allá de junio, que a su vez dependerán de los próximos datos, sobre todo los de inflación. Los mercados prevén aproximadamente 75 puntos básicos de recortes este año, es decir, un primer recorte de 25 puntos básicos en junio seguido de otros dos de la misma magnitud, lo que nos parece realista. Sin embargo, si los próximos datos de inflación vuelven a sorprender al alza, el BCE podría adoptar un ritmo más lento de recortes este año. Además, cabe mencionar que parece haber un desfase de unos seis meses entre los datos de inflación de la eurozona y los de EE.UU., por lo que puede ser prematuro que el BCE declare la victoria sobre la inflación.
En cuanto a la evolución del Euríbor, el indicador ya está descontando la rebaja de tipos del Banco Central Europeo prevista para el próximo mes de junio, por lo que no esperamos que baje mucho más en lo que resta de mes. Por tanto, a corto plazo esperamos que el Euríbor cotice en un rango del 3,6%-3,7%. A más largo plazo, es muy probable que el Euríbor comience a caer de manera significativa a partir de junio, momento en el que el BCE emprenderá su ciclo de flexibilización. Eso sí, siempre y cuando no se produzca un repunte preocupante de la inflación que trastoque los planes del banco central. A partir de junio, la magnitud de la caída del Euríbor dependerá del ritmo de los próximos recortes de tipos por parte del BCE. Actualmente prevemos un total de 3 recortes este año, por lo que esperamos que el Euríbor se sitúe en torno al 3% – 3,5% a finales de 2024.