La deuda de EEUU va camino del 145% del PIB

Ana Racionero (Intermoney) | La mejora del IPC americano publicado en la tarde de ayer allanaba el terreno a una pausa en las subidas y al tan anhelado giro de la FED, dando lugar a fuertes compras de bonos que, al concentrarse en la parte corta de la curva, hacía que ésta se empinara. El dos años UST perdía cerca de 10 pb hasta el 3.91%, el USD sufría su mayor caída en una semana y los swaps descontaban 75 pb de recortes de tipos este año. Las bolsas avanzaban con el Nasdaq a la cabeza, que tocaba máximos de agosto.

Ayer se filtraba en Bloomberg una información en virtud de la cual algunos miembros del BCE se estarían planteando la posibilidad de una subida adicional de tipos en septiembre. Centeno decía que el pico de tipo de interés podría estar próximo, pero que, una vez alcanzado éste, la política del BCE permanecerá restrictiva durante algún tiempo, y que puede que empiecen a bajar en algún momento de 2024, y recordaba que el objetivo del BCE es la inflación a medio plazo. Villeroy declaraba que al BCE sólo le quedaría una distancia marginal por recorrer en la subida de tipos para combatir la inflación, puesto que la mayor parte del impacto sobre el crecimiento de los precios procedería de los 375 pb de aumento ya aprobados desde el verano pasado. Las declaraciones de Villeroy impulsaban a los bonos.

Esta mañana publicaba el BCE su encuesta mensual entre los consumidores de la zona euro, que reflejaba que las expectativas de inflación habrían subido significativamente en marzo, y que los consumidores habrían pasado del 4.6% que preveían en febrero para los siguientes doce meses, al 5%. A tres años vista, los consumidores europeos pasaban a situar la inflación al 2.9%, frente al 2.4% de febrero. La publicación de la encuesta recortaba las ganancias de los bonos. Nagel corroboraba hoy la información filtrada ayer a Bloomberg cuando decía que no habría nada fuera de la mesa para la reunión de septiembre, y advertía de que las subidas de tipos no habrían terminado, que tendrían que hacer más, y que cuando dejen de subir los tipos, tendrán que quedarse ahí por un tiempo. Lagarde comentaba que la lucha contra la inflación no habría terminado y que en Europa no habíamos experimentado turbulencias bancarias. Alemania publicaba sus últimas estimaciones fiscales hasta 2027, y anunciaba que habría ingresado 70000 millones menos de lo previsto en impuestos federales.

En el Reino Unido, el índice RICS de precios de vivienda ascendía en abril del -43 al -39, mejorando el -40 previsto. El BOE subía el tipo de interés de la esterlina 25 pb, como estaba previsto, y lo dejaba al 4.50%, su nivel más alto desde 2008. Andrew Bailey afirmaba que podrían ser necesarias nuevas subidas para mantener el rumbo en la lucha contra la inflación.

En E.E. U.U. las solicitudes de subsidios por desempleo subían por encima de lo esperado, con 264k vs 245k, su nivel más alto desde octubre de 2021. Los precios de producción, al igual que el IPC, sorprendían a la baja, ampliando las ganancias de los bonos en previsión de tipos más bajos y, por el contrario, haciendo caer a las bolsas ante las crecientes muestras de enfriamiento. El techo de deuda sigue ensombreciendo el ánimo inversor, y la deuda de E.E. U.U. va camino de alcanzar el 145% de su PIB. Los grandes bancos se enfrentan a miles de millones en pagos adicionales a la FDIC para cubrir la quiebra del SVB.

China volvía a publicar unos datos que la alejaban aún más de su tan ansiada recuperación. Su IPC interanual crecía en abril apenas un 0.1%, frente al 0.3% esperado, y sus IPP caían un 3.6%, por encima del 3.3% previsto. El crédito y los nuevos préstamos se desplomaban muy por debajo de las previsiones. Los precios de los metales industriales se resentían a medida que aumentaban las preocupaciones sobre la demanda de la segunda mayor economía del mundo.