La revisión del IPC estadounidense no depara sorpresas y el S&P toca lo 5.000 puntos

Ana Racionero (Intermoney) | Amanecíamos nuevamente con una considerable caída de los bonos y, por tanto, una notable subida de las rentabilidades hasta nuevos máximos del año, ya que ayer Lane, al cierre europeo, reiteraba el mensaje previo de Wunsch de que el BCE necesita más certeza de que la inflación se encamine al 2% a la hora de recortar los tipos, y se volvía a mostrar reacio a precipitarse con las bajadas. Posteriormente Holzmann llegaba incluso a decir que habría una cierta posibilidad de que el banco central no baje tipos este año. La subasta de UST a treinta años corría la misma suerte que las anteriores a tres y diez años, y se adjudicaba con un rendimiento del 4.36%, inferior al 4.38% al que se cruzaba el bono al cierre de la puja, ya que se veía favorecida por el aumento de los rendimientos posterior a unas solicitudes de subsidio por desempleo menores de lo esperado. Al igual que sus homólogos europeos, Thomas Barkin, de la FED, decía que la FED tendría tiempo para ser paciente con las rebajas de tipos, elevando aún más los “yields” pese a la buena acogida de la subasta. La subida del petróleo con motivo del rechazo de Netanyahu a una proposición de alto el fuego con Hamás impulsaba igualmente las rentabilidades, en beneficio del USD y en perjuicio del yen. El S&P llegaba a alcanzar por primera vez los 5000 puntos.

China echaba el cierre antes de las vacaciones por el nuevo año lunar con pérdidas de las acciones tecnológicas de la bolsa de Hong Kong por tercer día consecutivo. El Hang Seng se dejaba un 3%. El gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, afirmaba que el banco central mantendrá una política monetaria laxa cuando termine con su política de tipos negativos, debilitando al yen, que ya se encuentra en mínimos desde noviembre, lo que obligaba a Suzuki a formular una nueva advertencia de intervención en el mercado de FX.

Kazaks abría los titulares comentando que las apuestas de recortes en primavera le parecían demasiado optimistas, y apuntaba que el momento exacto dependerá de los datos. Haskel, del BOE, decía querer más pruebas de que los riesgos inflacionistas estén disminuyendo. Villeroy declaraba que el BCE probablemente bajará tipos este año. Las apuestas sobre los recortes por parte del BCE para este año han caído a 114 pb, y respecto del BOE, a 75 pb, la mitad de lo que se descontaba en diciembre. Alemania, en su lectura final de IPC, confirmaba las cifras de la provisional. La producción industrial italiana mejoraba las previsiones con una subida del 1.1% en diciembre. El Tesoro español anunciaba los bonos de su próxima subasta el día 15 de febrero: el SPGB 2.50% 05/2027, el SPGB 3.50% 05/2029, y el SPGB 2.35% 07/2033. El objetivo de colocación se anunciará el lunes a las 14.00 horas cet.

La revisión del IPC estadounidense era motivo de alivio, ya que la lectura desestacionalizada de diciembre se rebajaba una décima hasta el 0.2%. La subyacente anualizada del cuarto trimestre se mantenía al 3.3%. Estas lecturas provocaban un tirón de los bonos, ya que la revisión se esperaba con cierta inquietud después de que la del año pasado sembrara dudas sobre la senda de la inflación, y facilitan el camino a la FED para futuras bajadas de tipos, aunque una vez digerido el dato, los bonos retomaban las caídas. El próximo martes conoceremos el dato de inflación de enero, para el que se prevé un 0.2% mensual de la general y un 0.3% de la subyacente y, en términos anualizados un 2.9% y un 3.7%, lejos aún del objetivo del 2%.

En cuanto a la renta variable, Michael Harnett, jefe de estrategia de BofA, advertía de que el indicador “bull-and-bear” del banco, al 6.8, se encuentra ya cercano a la señal de venta, situada en el 8, al considerar que la tendencia alcista ha ido demasiado lejos.