Grupo ASE | El precio de las emisiones de CO2 ha subido un 36% en lo que va de año, hasta los 45 euros por tonelada (cuando hace un año rondaba los 15 euros por tonelada). Mientras tanto, el precio del gas, ha subido un 200%. Juntos están haciendo subir los precios de la electricidad en todo el continente, tanto los actuales como los de los mercados de futuros.

Así, por ejemplo, en España, el precio diario de la electricidad en el mercado mayorista durante los 15 primeros días de abril se situó en 58,13 euros/MWh. Esto es un 60% más alto que a finales de marzo y también un 60% por encima de la media del mes de abril de los últimos 5 años. Si lo comparamos con el mes de abril del año pasado, en pleno encierro sanitario, el precio sube un 229%.

Y el mercado de futuros español ha experimentado un fuerte repunte en el corto plazo. El Q3-21 (Q3) sube un 5%, hasta los 64,25 euros/MWh, y los precios del Q4 también suben con fuerza, hasta los 63 euros/MWh.

El Yr-22 español avanza un 7,3% hasta los 55,5 €/MWh, recortando el diferencial respecto al Yr-22 francés, que sube hasta los 57,1 €/MWh (+1,4%) y al Yr-22 alemán, que se sitúa en los 57,8 €/MWh (+1,8%).

La diferencia entre el mercado español y el resto de Europa es cada vez mayor. Porque el mercado español, al ser menos dependiente del carbón, sufre menos este impacto. (En España, la generación renovable sigue su imparable crecimiento y en la primera quincena de abril cubrió el 53% de la demanda). Así, los futuros a largo plazo (5 años) otorgan a España una prima de descuento de más de 10 €/MWh sobre Alemania.

Detrás de estas subidas de precios -además del encarecimiento de las emisiones de CO2- está el fuerte repunte del precio del gas, un 200% debido a la demanda de Asia y a las bajas temperaturas. Hace un año, la demanda asiática de gas se desplomaba y Europa recibía todo el excedente de gas natural licuado (GNL). Pudo disponer de un alto nivel de almacenamiento y el precio se desplomó a mínimos históricos. A principios de 2021, la situación dio un vuelco. Europa ha tenido que competir con los países asiáticos para atraer el suministro de GNL. Y el «tirón» de la demanda de China e India, junto con la intensa ola de frío que sufrió Asia en enero, provocó una fuerte subida de los precios.

Ahora Europa está viviendo un invierno frío, lo que añade más demanda y hace subir los precios. Además, sus niveles de almacenamiento se sitúan en el 25%, la mitad que hace un año. Esto no es preocupante porque estamos al final de la temporada de gran consumo, pero los precios se han ajustado en Europa. El TTF holandés cotiza a 20 euros/MWh, un 200% más que hace un año. La buena noticia es que las importaciones de GNL han crecido a buen ritmo desde marzo. De cara al verano, se espera que Europa atraiga más excedentes debido a la caída de la demanda estacional en Asia. Esto permitiría llenar los almacenes y relajar un poco los precios.