Los dividendos, el escudo contra el Covid

Alphavalue | La aparición de una nueva variante del coronavirus ha vuelto a golpear a los mercados. Esto nos abre una oportunidad para volver a analizar dónde se encuentra el dinero real, es decir, los dividendos.

Estudiemos a los grandes pagadores para 2022 (ya que las cifras de 2021 están algo distorsionadas por las one offs después de las desinversiones). Si bien aparecen los sospechosos habituales, también es un recordatorio de que hay mucho consuelo en los ciclos pesados. El riesgo asociado con la volatilidad de las commodities tiene una rentabilidad adicional de +400 pb en dos compañías suizas de referencia como son Roche Holding (añadir, objetivo 402 CHF ++) (miembro de nuestra cartera Buy & Hold) y Nestlé (añadir, objetivo 133 CHF ++) (miembro de nuestra cartera Buy & Hold). Salvo grandes perturbaciones macroeconómicas, estos payouts están bien cubiertos por el FCF.

En la siguiente lista se pueden observar las compañías con un yield (rentabilidad por dividendo) del 7,5% o más. Hay que tener en cuenta que el dividendo se extrae del cash flow previo al dividendo, por lo que se hace referencia al pago del dividendo de 2021 en la mayoría de los casos. Pocos inversores probarán suerte con Casino (comprar, objetivo 35,6 € –) que se espera vuelva a pagar dividendos a partir de 2022. Ebro Foods (añadir, objetivo 19,5 € ++), por el contrario, ofrece el doble beneficio de pertenecer a una industria segura (arroz y pastas) y pagar un dividendo de manera regular y generoso. Las aseguradoras ofrecerán altos yields (véase el caso de Mapfre (añadir, objetivo 2,14 € ++) y M&G (comprar, objetivo 241 p –)), pero las principales compañías del sector asegurador ofrecerán un yield del 5,5% al 6% en lugar de más del 7%.

Por sectores, la única «sorpresa» real es el destacado y constante yield que ofrece el sector asegurador, a pesar de que sus empresas under lying no se han recuperado por completo, en términos de sentimiento, de una percepción negativa del impacto del COVID-19. Los dividendos de las compañías de telecomunicaciones aún corren peligro por el alto apalancamiento duradero de estos grupos y la falta de crecimiento de sus ventas. Las petroleras y los bancos son apuestas más seguras.