Tensiones en los bancos estadounidenses

James McCann, Economista Jefe de abrdn | «El sector bancario estadounidense se ha estabilizado, lo que ha ayudado a evitar una crisis crediticia en toda regla. Sin embargo, la perturbación representa otro viento en contra para los préstamos bancarios y la actividad estadounidense en general, y los riesgos no se han disipado del todo para los bancos más vulnerables o para el sector en su conjunto. En particular, los bancos con grandes participaciones en renta fija, depósitos menos rígidos, exposición al crédito inmobiliario comercial y escasa diversificación geográfica siguen estando en riesgo.

 Hasta el momento, el apoyo político ha frenado las salidas de depósitos, pero éstas continuarán a medida que se agoten los ahorros de los hogares y los fondos del mercado monetario ofrezcan mayores rendimientos.

 Si miramos más allá, los préstamos a empresas han sido muy débiles, en consonancia con nuestra visión pesimista sobre las tendencias de capex. Creemos que los bancos sólo tienen margen para lograr un crecimiento modesto de los préstamos a partir de ahora, especialmente en un contexto de aumento de los requisitos de capital. La capacidad de préstamo parece aún más débil para los bancos regionales de pequeñas dimensiones, importantes para las pequeñas empresas y el crédito a la creación de empresas.

Por tanto, la crisis supone una nueva sacudida para la oferta de crédito, que, junto con el aumento de los tipos de interés, debería actuar como un lastre para el crecimiento, impulsando a la economía hacia la recesión a finales de año. Sin embargo, una nueva aceleración de la fuga de depósitos podría provocar una crisis crediticia en toda regla y profundizar la recesión. Pero hasta ahora el impacto no ha sido tan grave como se temía en un principio, lo que significa que la Reserva Federal se ha vuelto más agresiva en los últimos tiempos al ver que los riesgos a la baja se alejan un poco, por lo que esperamos una subida en julio».