Bankinter | S&P confirma el rating en AA-/A-1 del país galo, pero rebaja la Perspectiva de Estable a Negativo. Alega un debilitamiento de las finanzas públicas. El Presupuesto para 2025 se ha aprobado y propone una reducción del déficit de 0,4% del PIB, pero la estrategia fiscal a partir de 2025 es incierta. Además, S&P
prevé un crecimiento del PIB <1% en 2025 lo que dificulta aún más el objetivo de consolidación fiscal. En 2028 S&P estima que el coste medio de la deuda pública francesa será igual al crecimiento nominal del PIB, lo que significa que, para reducir el porcentaje de deuda pública sobre PIB, el país deberá generar un
superávit primario (excluyendo pago de intereses) lo cual no ha conseguido desde 2001.
Opinión del equipo de análisis: Dadas las presiones sobre las cuentas públicas francesas y la fragilidad del Gobierno para implementar reformas y medidas de consolidación fiscal, S&P revisa a Negativa la perspectiva del rating de Francia. La prima de riesgo del bono francés frente al Bund se sitúa en 74pb vs 53 pb en diciembre 2023, y supera inclusa la española (63 pb actualmente; 97pb en diciembre 2023).
Por otro lado, la agencia de calificación S&P subió el rating de Portugal hasta A desde A- y asignó una perspectiva positiva, colocándolo en el sexto nivel más alto de su escala. S&P destaca que Portugal logrará ligeros superávits presupuestarios entre 2025 y 2028 y reducirá la deuda pública como porcentaje del PIB más rápido que la mayoría de los países europeos. La agencia también señala que, aunque el entorno comercial y geopolítico es incierto, la reducción de la deuda externa y los superávits por cuenta corriente mejoran el perfil externo del país. La agencia espera que las políticas del gobierno se implementen de forma estable, a pesar del parlamento fragmentado y considera improbable un escenario de elecciones anticipadas en 2025.
Opinión del equipo de análisis: La perspectiva positiva refleja la implementación sólidas políticas fiscales por parte del gobierno y la mejora en la posición externa de la economía. Esta mejora de la calificación se produce tras la revisión de agosto de 2023, cuando S&P decidió mantener el rating en A-, tras elevar la deuda portuguesa al «club» del A. S&P es la segunda agencia de calificación en revisar la deuda de Portugal este año, después de que DBRS también subiera su rating a A en enero.



