El BCE recorta tipos a pesar de que la inflación y las previsiones de crecimiento inmediato suben

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Francisco Quintana (ING) | El BCE cumplió con las expectativas anunciando un recorte de 25 puntos básicos. Sin embargo, el foco de los inversores estaba en la letra pequeña. Los mercados llegaron a la reunión esperando tres recortes en 2024, pero temiendo que el BCE adoptara una posición conservadora sugiriendo que los recortes tardarían más en llegar. La revisión de las previsiones macro azuzó este miedo. El BCE cree que en 2024 la economía crecerá más y con más inflación de lo que pensaba en el mes de marzo. Esa revisión ha provocado una reacción moderadamente negativa en los mercados: si hay menos recortes de los esperados, la bolsa corrige (un 0,2% en minutos el Euro Stoxx 50), los tipos suben (5 puntos básicos el bono alemán a 2 años) y el euro se refuerza (de 1.085 a 1.090).

Pero, durante la rueda de prensa, Lagarde ha sido lo suficientemente ambigua como para no disparar el temor de que este sea el único recorte este año. A pesar de sus comentarios sobre el riesgo que el crecimiento de beneficios y salarios supone y su insistencia en que las decisiones se tomarán reunión a reunión y en función de los datos, los mercados han terminado viendo el posicionamiento como neutral.

Esta reunión es un punto de inflexión. No sólo porque se recortan tipos—el BCE lo ve como “reducir la restricción”—, sino porque se recortan a pesar de que la inflación y las previsiones de crecimiento inmediato suben. Es decir, es un punto de inflexión porque el BCE está mirando al futuro y es la primera vez que ocurre en varios años. Recordemos que el BCE no empezó a subir tipos hasta muchos meses después que Estados Unidos y con la inflación muy elevada.

En ING seguimos con el escenario central de tres recortes en 2024

¿Qué podría descarrilar este plan? Primero, una economía norteamericana más fuerte de lo esperado. Ahora mismo los mercados esperan dos recortes en Estados Unidos. Históricamente Europa espera a que Estados Unidos mueva ficha—por algo es la divisa dominante en el mundo—pero en este ciclo no va a ser así. Si en lugar de dos recortes (ya descontados) la previsión se moviera hacia un solo recorte (o ninguno) por parte de la Fed, el BCE tendría que reconsiderar sus planes. Y segundo, un shock geopolítico o climatológico que disparara los precios de energía o alimentos. La probabilidad no es pequeña pero no es el escenario central.