Luke Bartholomew ( abrdn ) | Hoy no ha habido sorpresas por parte del Banco de Inglaterra. Prevemos que la institución mantendrá una postura relativamente prudente en cuanto a la relajación, con una nueva bajada de tipos en noviembre, y continuará con la pauta de recortar los tipos una vez cada dos reuniones. Claramente, la relativa cautela del Banco de Inglaterra contrasta con el firme comienzo del ciclo de relajación de la Reserva Federal, que ayer redujo los tipos 50 puntos básicos. Esta diferencia en las políticas refleja en parte los diferentes mandatos de los dos bancos centrales, pero también las diferentes perspectivas de crecimiento e inflación. Las presiones inflacionistas subyacentes en el Reino Unido siguen siendo elevadas, mientras que el mercado laboral envía mensajes bastante contradictorios sobre la salud de la economía. Esta divergencia debería ayudar a sostener la libra por ahora. Pero es posible que la atención de los mercados británicos se desvíe cada vez más de la política monetaria y se centre en la política fiscal a medida que nos acercamos al Presupuesto de finales de octubre. Ciertamente, el el Banco de Inglaterra tendrá que incorporar cualquier cambio fiscal en sus próximas previsiones, lo que podría sentar las bases para recortes más rápidos a su debido tiempo.
El Banco de Inglaterra ha decidido hoy mantener los tipos de interés sin cambios en contraste con el movimiento que vimos ayer en la FED
