El recorte de rating de Moody’s a Francia podría crear problemas a las emisiones de BNP, Credit Agricole…

Santander | Moody’s rebaja la calificación de Francia en un cambio no programado: de Aa2 con outlook negativo a Aa3 estable. Lo cierto es que no ha sido el mejor momento, dada la incertidumbre política actual y la falta de liquidez de los mercados de crédito en esta época del año. La rebaja se produce pocas horas después de que Macron nombrara a François Bayrou primer ministro, el cuarto en un año. Como explicamos en el Quik Coment que publicamos esta mañana, vemos la posibilidad de que las calificaciones senior preferred de BNP Paribas, Crédit Agricole y Crédit Mutuel sean objeto de una rebaja directa de un escalón como consecuencia de la rebaja de la calificación soberana de Francia que Moody’s efectuó el viernes. Ese escenario también podría conllevar la rebaja de las calificaciones de otros tipos de deuda de estos bancos. En este contexto, cabe señalar que mientras que los instrumentos SNP y AT1 de BNP Paribas y Crédit Agricole ya se encuentran en la categoría Baa y non-investment grade (NIG), respectivamente, los de Crédit Mutuel tienen calificaciones A3 y Baa3, respectivamente, y una rebaja de un escalón implicaría que su SNP también pasaría a la categoría Baa y su AT1 a NIG.

Moody’s lo resume de la siguiente manera: 1. Consolidación fiscal (ausencia de): las finanzas públicas del país se debilitarán considerablemente en los próximos años debido a la fragmentación política. 2. Muy baja probabilidad de que el próximo gobierno reduzca de forma sostenible la magnitud de los déficits públicos más allá del próximo año. El Compliance Tracker del Consejo Fiscal Europeo durante el período 1998-2023 pone de relieve que Francia tiene un pobre historial en cuanto al cumplimiento de los objetivos fiscales, ocupando el último lugar de los 27 países de la Unión Europea (Aaa estable). 3. Los riesgos en un escenario de sell-off en el mercado. Podría generarse un ciclo de retroalimentación negativa de déficits más elevados, mayor carga de deuda y costes de financiación más altos, en un contexto de importantes necesidades anuales de financiación. 4. El déficit se situaría en el 6,3% del PIB en 2025, para luego disminuir gradualmente hasta c.5,2% del PIB en 2027. Como consecuencia de ello, el ratio deuda/PIB pasaría del 113,3% en 2024 a alrededor del 120% en 2027. Los intereses sobre los ingresos aumentarían del 4,4% en 2024 al 4,9% en 2025, y por encima del 5% en 2026 y 2027. El crecimiento real del PIB alcanzaría el 1,1% este año, el 1,0% en 2025 y el 1,4% en 2026 y 2027.