Reino Unido impondrá un gravamen del 45% a los productores de electricidad que vendan por encima de GBP 75/MWh

Sede de Scottish Power

Santander Corporate & Investment | Ayer, en el marco de la declaración de previsiones de otoño, el gobierno británico anunció que impondrá un gravamen del 45% a los productores de electricidad sobre lo que denomina «beneficios extraordinarios», definido como toda electricidad vendida por encima de GBP 75/MWh. El gravamen del 45% se aplicará a las energías limpias que se vendan por encima de GBP 75/MWh. Los precios medios conseguidos por encima de este nivel se considerarán extraordinarios y estarán sujetos al impuesto. El gravamen se aplica a todos los ingresos cubiertos por encima del umbral salvo los procedentes de contratos por diferencia, certificados de obligaciones renovables (ROC), pagos del mercado de potencia y generación en el extranjero. El impuesto se limitará a los generadores cuya producción dentro de esos parámetros supere los 100GWh y sólo se aplicará a los retornos extraordinarios que superen los GBP 10mn/año. El impuesto tendrá vigencia desde enero de 2023 hasta finales de marzo de 2028, y excluye a los productores con ingresos fijos que ya están bajo el régimen de contratos por diferencia así como a los productores pequeños. Se aplicará a algunos productores de electricidad a través de renovables, nucleares y de biomasa, pero no a las centrales de bombeo ni a la hidroeléctrica, y no se podrá deducir a efectos del impuesto de sociedades. La nueva medida sustituye al límite de ingresos consistente en costes + margen anunciado en octubre.

Opinión de Research: En nuestra opinión, la medida anunciada no es peor de lo que se temía, no parece ser punitiva y pone fin a meses de incertidumbre en el sector. El límite de precio de GBP 75/MWh, si bien está por debajo de los precios del mercado actuales, está significativamente por encima de los precios históricos (c.GBP 40-50/MWh en promedio). Las compañías perderán parte de la ganancia procedente de los elevadísimos precios del mercado, pero todavía podrán beneficiarse de un nivel de precio superior a los niveles históricos, y que probablemente se situará muy por encima de los precios en los que basaron sus decisiones de inversión. SSE ha anunciado que considera que un impuesto bien diseñado sobre los beneficios extraordinarios era una medida razonable, mientras que Scottish Power comentó que «en tiempos de crisis nacional todo el mundo tiene que arrimar el hombro. Nos ha decepcionado que se haya señalado a las renovables, parece que se trata de una recesión provocada por el gas cuya recuperación pagarán las renovables». Creemos que los impuestos sobre los beneficios caídos del cielo, siempre que se apliquen a beneficios realmente extraordinarios e inesperados, son más bien un problema de renta variable que de crédito, y la reacción ayer de las cotizaciones de compañías como SSE y Centrica parece demostrarlo. Tras una caída inicial, las cotizaciones rebotaron una vez que el mercado hubo digerido los detalles del gravamen. No obstante, ya se ha dicho que este impuesto sobre las energías de bajas emisiones corre el riesgo de desalentar la inversión en un momento en el que se necesitan enormes sumas para construir suficientes proyectos como para alcanzar el objetivo del RU de una potencia eólica marina de 50GW para 2030. Los promotores de renovables han avisado de que las inversiones estarán en riesgo si el impuesto sobre los beneficios caídos del cielo es demasiado duro, pero no creemos que sea el caso. Tampoco creemos que los actuales límites, gravámenes y contratos por diferencia vayan a reducir la inversión futura. Cierto es que se han producido cambios en el statu quo establecido y se añade cierta incertidumbre de mercado, pero las compañías son conscientes de que se trata de circunstancias excepcionales y que, incluso con los cambios, los retornos siguen siendo buenos. Los proyectos cuya decisión final de inversión se tomó basándose en un precio promedio de la electricidad de GBP 40-50/MWh ahora están cobrando precios más altos, incluso con el límite superior. No obstante, todo cambio en el funcionamiento del mercado podría provocar que algunas compañías reconsideren sus inversiones por temor a que se produzcan nuevos cambios en el futuro y a que estos sean excesivamente negativos; no obstante, no pensamos que eso vaya a ser la tónica general. En resumen, recomendaríamos comprar utilities reguladas de RU ante cualquier ampliación de los spreads derivada de esta decisión.