Veolia ha pasado de ser una empresa “transparente” a un animador del mercado gracias al acuerdo con Suez, ahora solo necesita avanzar en materia ESG

Veolia-Logo

Alphavalue | En una nota de febrero de 2019, nuestros analistas resaltaban la necesidad de Veolia de encontrar nuevos catalizadores. Dicho y hecho. El acuerdo con Suez (vender, objetivo 14,3 € ++), iniciado en agosto de 2020 y finalizado en abril de 2021, ha cambiado por completo su historia. Veolia ha pasado de ser una empresa “transparente” a un animador del mercado y ahora con visos de ser un grupo triunfador. Pero para que esto se materialice, la compañía tendrá que dejar atrás varias cargas heredadas, especialmente a los que se refiere a los criterios ESG (Environmental, Social and Governance). De completarse este viaje, se pondrá de manifiesto un considerable valor oculto.

Como era de esperar, todas las métricas de valoración de Veolia apuntan a interesantes upsides. Incluso con un 10% de descuento por comparables y un crecimiento de Ebitda conservador del +3% en años venideros, que pesa en nuestro DCF. Las incertidumbres relacionadas con la capacidad del grupo para consolidar con éxito los activos de Suez y generar sinergias parecen descontadas, lo que ofrece un risk/reward muy atractivo. El EV / Ebitda 2022 de 7,2x se encuentra en su nivel más bajo desde 2012, ignorando el valor creado gracias al acuerdo. Un rerating podría llevar tiempo, ya que el precio de las acciones de Veolia alcanzaron por última vez los 40 €/acc en junio de 2008. La compañía podría considerarse como una compra clara cuando el mercado descubra su completa transformación y una posición a mantener cuando avance en el camino de los criterios ESG. En resumen, un grupo candidato para “Buy & Hold”.