BCE: la fecha será junio

Intermoney | Sabiendo que el BCE mantendría el tipo de interés de las operaciones principales de refinanciación en el 4,5% y la facilidad de depósito en el 4,0%; lo interesante de la reunión estaba en el comunicado ya que todas las miras estaban puestas en las pistas que se diesen sobre recortes de tipos en los próximos encuentros. La premisa principal para el banco, como hacía saber en su comunicado, es que sus futuras acciones garanticen que los tipos oficiales sigan siendo lo suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario, lo que conlleva estar atentos a que las perspectivas de inflación, la dinámica de los precios subyacentes y la solidez de la transmisión de la política monetaria respalden la idea de que el IPC está convergiendo hacia la meta de manera apropiada. Esto permitirá al banco empezar a reducir los tipos de interés.

Este apunte es muy interesante porque supone que nuestro banco central está preparando el terreno para empezar a reducir tipos de interés. La relajación de la inflación subyacente, la moderación en el crecimiento de los salarios y que las empresas estén absorbiendo parte de los incrementos de los costes son una realidad que facilita la futura reducción de los tipos, aunque las presiones sobre los precios internos sigan siendo fuertes. Además, como apuntaba en el Comunicado la presidenta Christine Lagarde, la rigidez del mercado laboral ha disminuido, lo que se ve sobre todo en la caída de las vacantes en lugar de un incremento del desempleo. Este es un apunte importante pues reafirma que, a pesar del comportamiento regular de la economía, la recesión parece bastante poco probable y reduce las preocupaciones sobre las presiones salariales excesivas, aunque no hay que cantar victoria si tenemos en cuenta que la productividad sigue sin ser la que le gustaría al BCE.

Luego, la idea es que nuestro banco central está bien posicionado para iniciar el recorte y que hasta la reunión de junio tiene dos meses para reafirmar su idea y su intención, considerando que la debilidad de la actividad en el inicio del año ha añadido ruido. Otra cuestión es hacia donde se dirigen los tipos de interés más allá del recorte inicial. El BCE incluso dejaba claro que “no se está comprometiendo previamente con una trayectoria de tasas particular”. La entidad parece tener claro que la inflación seguirá fluctuando alrededor de los niveles actuales en los próximos meses y sólo descenderá hasta alcanzar el objetivo el próximo año. Sin embargo, que ya hubiese varios miembros del Comité apuntando a que sería incluso apropiado comenzar a reducir tipos ahora, como hacía saber Lagarde, indica que en el banco hay ganas de empezar a actuar. Por eso, aunque algún dato de aquí a junio salga un poco peor, lo normal es que los tipos bajen en ese mes.

Pasando a otras cuestiones de interés, en la posterior rueda de prensa había quien dudaba sobre la divergencia entre las acciones de los dos bancos centrales más importantes y como esto afectaría a la evolución de la divisa. Es decir, salía a la palestra la preocupación sobre la paridad frente al dólar. Lagarde salía al paso explicando que el control de la moneda no es un objetivo para los miembros del Comité, agregando que existen múltiples canales a través de los cuales EEUU puede influir en los mercados financieros europeos. En los mercados, el último dato de IPC ha acrecentado la preocupación sobre la hoja de ruta de la Reserva Federal. Lagarde aquí señalaba que la naturaleza las distintas inflaciones es diferente, lo mismo que las políticas fiscales, el consumo y la inversión. Con esto quiere decirse que las respuestas de los respectivos bancos centrales también lo pueden ser.

Por último, en Lagarde también respondía a una cuestión interesante sobre si los procedimientos de déficit excesivo como el que enfrenta Italia afectarán de alguna manera si algún país, en caso de turbulencia en los mercados financieros sería seleccionable para el TPI. Para ello, Lagarde señalaba el comunicado de prensa emitido en ese momento, que por cierto es el único resumen escrito público del programa, y explicaba que la respuesta está ahí. Lo que decía sin decirlo es que la respuesta es no: un procedimiento así no necesariamente sería un obstáculo.

En resumen, el encuentro de junio será de manera clara cuando el banco empiece a reducir los tipos de interés, salvo que de aquí a entonces se produzca una sorpresa mayúscula en los datos de inflación y salarios. Mirando más allá, la idea de que el crecimiento en la Eurozona repunte más de lo esperado puede hacer que el BCE baje menos de lo esperado y eso era lo que el mercado identificaba porque la rentabilidad de la deuda soberana crecía de manera clara como se apreciaba en el Bund alemán que avanzaba en 3 p.b. (2,46%).