BCE: los mercados son demasiado optimistas sobre nuevas subidas

Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors | La situación en la zona euro es menos clara que en Estados Unidos. Mientras que la inflación global sigue desacelerándose en la zona euro (+5,5% interanual en junio frente a +6,1% en mayo), la inflación subyacente resiste bien y se aferra a niveles elevados (+5,5% interanual en junio frente a +5,3% en mayo). En un contexto en el que las empresas siguen beneficiándose de la capacidad de fijación de precios y en el que el bajo desempleo no sólo apoya la resistencia de la demanda, sino que también alimenta las demandas salariales, no puede descartarse el riesgo de que la inflación subyacente se mantenga en niveles elevados, sobre todo si se tiene en cuenta que la combinación de políticas fiscales y monetarias no es suficientemente restrictiva. El poder del estímulo gubernamental y el exceso de ahorro acumulado durante el periodo Covid siguen apoyando la demanda.

En este contexto, el BCE no puede transigir y debe seguir endureciendo las condiciones financieras. Su credibilidad está en juego, mientras que las expectativas de inflación siguen bien ancladas. Además, el banco central ha conservado cierto margen de maniobra, ya que el aumento de 400 puntos básicos de los tipos directores desde julio de 2022 no ha creado hasta ahora ningún riesgo para la estabilidad financiera, y los gobiernos no tienen problemas de refinanciación.

Así pues, esperamos una subida de 25 puntos básicos en la reunión de política monetaria del BCE de este mes, a la que debería seguir una medida similar en septiembre. El número de subidas se calibrará en función de la evolución de la inflación subyacente, de la que no hay noticias tranquilizadoras. Se espera que en la reunión del jueves la presidenta del BCE, Christine Lagarde, reitere una vez más que el BCE seguirá dependiendo más que nunca de los datos económicos.

Los mercados anticipan la subida de julio, pero sólo prevén una subida más de aquí a finales de 2023 para alcanzar un tipo de depósito terminal del 4%. Por tanto, creemos que no se está teniendo en cuenta el riesgo de que el BCE siga endureciendo la política monetaria más allá del 4%.

Esta falta de «margen de seguridad» nos lleva a ser prudentes con los tipos del euro.