El 10 años griego, 43 pb por debajo del italiano

Ana Racionero (Intermoney) | En la tarde de ayer, Villeroy declaraba que el BCE alcanzaría su tipo máximo a lo largo de las tres próximas reuniones, sin que necesariamente tenga que subir en cada una de ellas. Consideraba que habría sido prudente y cauto ralentizar el ritmo de subidas a 25 pb hasta haber monitorizado el efecto del endurecimiento de la política monetaria ya realizado, y que, una vez alcanzado el tipo terminal, se debería mantener durante un tiempo, y aseguraba que ya se habría completado la mayor parte del sendero de subidas y nos encontraríamos claramente en terreno restrictivo, a pesar de lo cual, las presiones subyacentes estarían siendo persistentes y, aunque la inflación general esté aflojando, seguirá permaneciendo demasiado elevada a finales de año. Resaltaba que es la inflación del sector servicios la dominante y, por ende, la que requiere de una estrecha vigilancia.

De Cos coincidía en que el banco central no habría terminado de subir los tipos y debería mantenerlos altos. De Guindos advertía de los riesgos de contagio del sector bancario al no bancario, reivindicando la toma de medidas para evitarlo. Philip Lane se mostraba a favor de sustituir la inflación subyacente como índice de referencia por un seguimiento exhaustivo de la inflación tanto de los bienes, como de los servicios, dado el distinto comportamiento que están teniendo. El “rally” de los bonos griegos, fruto del resultado electoral, llevaba a la rentabilidad de su 10 años “benchmark” a situarse 43 pb por debajo de su equivalente italiano. Los comentarios de Bullard indicando la necesidad de otras dos subidas, el apretado calendario de emisiones corporativas, y la subida de las bolsas previa a la reunión de Biden y McCarthy, presionaban a los UST y elevaban sus rentabilidades a máximos desde marzo, favoreciendo al USD. La rentabilidad del dos años UST, más sensible a movimientos de tipos a corto plazo, llegaba a subir 8 pb hasta el 4.34%, dando lugar a un aplanamiento de la curva.

Entretanto, la falta de acuerdo y las declaraciones de Yellen advirtiendo de la proximidad de la fecha en la que se alcance el techo de deuda elevaban la rentabilidad de la letra con vencimiento 6 de junio más de 40 pb en el día, hasta alcanzar el 5.84%, y el spread entre la letra con vencimiento 30 de mayo y la 1 de junio se ampliaba hasta los 250 pb. Finalmente, a pesar de que las conversaciones de ayer no terminaban de cristalizar en forma de acuerdo, ambas partes reiteraban que éstas habrían sido productivas y que el impago estaría descartado, para tranquilidad de las bolsas, aunque se empieza a especular con la posibilidad de una rebaja de la calificación crediticia si, tal y como ya sucedió en 2011, las maniobras políticas llegan al borde del impago.

Japón publicaba hoy unos PMI que subían notablemente en todas sus categorías respecto a la lectura anterior y, en el manufacturero, salían, con un 50.8, de cifras de contracción. La creciente preocupación respecto a la recuperación de China continúa penalizando a materias primas como el hierro y el cobre.

En Europa presentaban cifras de PMI de mayo Alemania, Francia y el conjunto de la Eurozona. Alemania, con un 42.9, profundizaba notablemente en niveles de contracción, empeorando las previsiones de un 45. Por el contrario, en servicios, subía al 57.8, en lugar de descender al 55. El compuesto subía una décima hasta el 54.3, mejorando también las previsiones. Francia, a la inversa que Alemania, subía hasta el 46.1 en el apartado manufacturero, mejorando en una décima las estimaciones. Por el contrario, en servicios retrocedía por encima de lo esperado al 52.8. El índice compuesto decepcionaba y caía al 51.4 vs. 52. Por último, la zona euro caía en el apartado de manufacturas al 44.6 vs 46 en su mayor caída desde la pandemia, descendía en el de servicios al 55.9 vs 55.5, y cedía en el compuesto al 53.3 vs 53.5. De este modo, la zona euro salía de una racha de mejoras de seis meses y, aunque el sector manufacturero se sigue resintiendo, como en el resto del mundo, el de servicios aguanta, lo que es coherente con la alta inflación de estos últimos. Esta resistencia y el mantenimiento de la inflación subyacente en niveles muy elevados justifican más subidas de tipos por parte del BCE. El desplome de la actividad de las fábricas lastraba a las bolsas. Italia emitía 4000 millones de euros vía sindicado de un nuevo BTPei 2.40% 05/2039 con un rendimiento del 2.439%. Los libros se cerraban con un exceso por encima de los 23800 millones de euros.

En el Reino Unido, los PMI retrocedían en sus tres categorías por encima de las previsiones, aunque el de servicios y el compuesto aguantaban en niveles de expansión, con un 55.1 y un 53.9 respectivamente. Mañana se publica su IPC de abril, que se prevé que caiga, con un 8.2% interanual, al ritmo más rápido en 30 años, tras siete meses de subidas de dos dígitos, a pesar de lo cual el mercado sigue descontando que el BOE eleve los tipos en junio hasta el 5%. El propio Bailey decía hoy que se necesitará un mayor endurecimiento caso de persistir la inflación.

E.E. U.U. publicaba el índice de actividad de la FED de Filadelfia, que en mayo ascendía al -16 desde el anterior -22.8. El PMI manufacturero también se resentía y se deslizaba hasta el 48.5, introduciéndose en terreno restrictivo, vs 50.0. El de servicios, por el contrario, subía al 55.1 en lugar de retroceder al 52.5 como estaba previsto. Del mismo modo, el compuesto escalaba hasta el 54.5 cuando se esperaba que bajara al 53. Las ventas de viviendas nuevas crecían un 4.1% frente al descenso estimado del -2.6%. Por último, el índice manufacturero de Richmond caía al -15 desde el anterior -10 vs -8, y las condiciones empresariales de la FED de Richmond subían del -27 previo al -17. El WTI, que había llegado a cotizar por encima de los 73.77 USD por barril, retrocedía hasta casi alcanzar los 73 USD/barril tras los datos americanos.

Los bonos y las bolsas cerraban con pérdidas y un aumento de las rentabilidades. El EURIBOR salía hoy publicado al 3.904% y, poco a poco, se va acercando de nuevo al 4%.