Fin de las subidas de tipos, pero el mantra ‘más altos, más tiempo’ frena al mercado, paciencia y sangre fría

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Bankinter | Inflación/tipos, crecimiento económico y expectativas del mercado. Estas serán las 3 claves básicas hasta diciembre.- Eso y unas valoraciones de bolsas que siguen ofreciendo atractivo, aunque éste no sea “explosivo”. La inflación continuará retrocediendo, pero los tipos tardarán en bajar más de lo que generalmente se piensa. No será fácil que la inflación se sitúe por debajo del 3%, incluso en 2025. Y no contemplamos que regrese al 2% de objetivo de los bancos centrales ni siquiera al final de dicho año.

El regreso a tipos reales positivos es bueno, no malo.- Lo bueno es que ya hemos llegado al final de las subidas de tipos. Lo no tan bueno, que el mercado se comporta de manera algo ingenua al esperar que los tipos empiecen a bajar enseguida. Un hipotético contexto de inflación en el entorno, digamos, del 3%/3,5% en combinación con un nivel de tipos en el rango 4%/5% daría como resultado una economía con tipos reales positivos entre 100 p.b. y 150 p.b., lo cual no sería peor, sino más bien mejor que lo que teníamos hace apenas 5 años: tipos reales negativos, consecuencia de una inflación en el rango 1%/2% en combinación con tipos nominales cero o incluso negativos. Pues bien, nos dirigimos hacia ese hipotético contexto de suaves tipos reales positivos. Y eso no es malo, sino más bien bueno.

El escenario es complejo y la evolución del mercado será lenta en el 4T 2023.- La mirada se volverá enseguida hacia un 2024 que representará un punto de inflexión a mejor para los beneficios corporativos y la consolidación de la expectativa sobre bajadas de tipos, que sólo se materializarán muy al final del año y/o sobre todo a lo largo de 2025. El 4T 2023 se corresponderá con un momento de transición desde inflación aún alta y crecimiento cuestionado, hacia desaceleración de la inflación y crecimiento estable y suficiente, aunque no generoso, salvo en Estados Unidos. En 2024 se consolidará la expectativa de que la dirección de los tipos de interés será a la baja, tal vez con algún primer movimiento en ese sentido por parte de la Fed antes de que termine el año. Además, los resultados corporativos mejorarán y esto podrá comprobarse en el frente americano tan pronto como desde mediados de enero, cuando se publiquen las cifras del 4T 2023.

El mercado necesita descansar periódicamente y eso no es ningún drama.- En este tipo de fases hay que mantener la sangre fría. Durante un tiempo se caracterizará más por la consolidación que por avances rotundos adicionales. Las primeras 2/3 semanas de octubre pueden resultar desorientadoras e incluso algo tristes ante una probable falta de dirección firme más bien debida al déficit de incentivos que al enfrentamiento de problemas graves. Mientras el mercado se asienta, proponemos reducir algo exposición a tecnología en favor de bancos, seguros, utilities e incluso petroleras, de forma táctica, sólo durante un tiempo, no estratégica. Tengamos presente que el escenario al que estamos ya accediendo tiene mucho sentido desde el punto de vista de la inversión: el inmobiliario puede enfriarse un poco, pero tanto bolsas como bonos ofrecen retornos esperados positivos, incluso en términos reales (es decir, descontada la inflación). El potencial de las bolsas oscila, orientativamente y en grandes números, entre +13%/+25%, los bonos soberanos europeos ofrecen casi el 4% entre 1 y 10 años (los italianos algo más) y los bonos soberanos americanos entre 5,5% y 4,5% a esos mismos plazos, aunque en este último caso haya que considerar el riesgo por tipo de cambio. Hacía mucho tiempo que no sucedía esto, que nos parece francamente razonable.

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