La economía europea sigue totalmente estancada

Santander | ¿Señales de burbuja? La retórica generalizada de que tanto la prolongada avalancha de entradas de dinero en los fondos de este producto como los actuales niveles de all-in yield justifican seguir largos de crédito, incluso en un entorno de clara ralentización económica o estancamiento (si no de recesión -Alemania) comienzan a recordar épocas pasadas de burbuja. En la que los compradores de all-in yield claramente sobrepasaban a los vendedores de spread. Y en la que los factores técnicos (liquidez), y no necesariamente los fundamentales, explicaban el buen tono del mercado.

Aunque la volatilidad del crédito (y bolsa), en zona de mínimos de los últimos 18 meses y claramente desacoplada de la de rates (MOVE), sin duda ayuda, otros indicadores de riesgo, como el comportamiento del mundo CCC, estancado en los últimos trimestres en la zona de los 800pb, nos indican que la dispersión ya ha arrancado. Y aunque es cierto que el incipiente interés retail también está colaborando y que además el crédito single A/BBB puede ser un buen hedge (vs equities) en escenarios de debilidad económica (teórico rally de rates), ese argumento no aplicaría para el segmento más débil del crédito.

No cabe duda que 2024 es un año inédito con la mitad de la población adulta votando (70 países, 2000mn de personas) y que, por tanto, la presión fiscal quizá tenga que hacerse esperar hasta 2025, algo que necesariamente acompañará al crecimiento. Quizás tampoco deberíamos esperar, por ejemplo, muchos procedimientos de déficit excesivo (EDPs) antes de las elecciones en la UE de junio. Pero también es cierto que no sólo la economía europea sigue totalmente estancada, la inflación también (tal y como apuntan los indicadores adelantados de precios finales en los PMIs globales) y podría rebotar durante el 1T como apuntan nuestros economistas (fin de subsidios, efectos base de la energía).

Eso sin tener en cuenta la delicada geopolítica y el impacto que puede tener en la inflación de bienes en la cesta del IPC. El argumento de los años electorales, siendo posiblemente válido, también incluye elementos de incertidumbre. Sobre todo si ha sido el momento pivot el que ha explicado el reciente rally. De hecho, la aplastante victoria de Trump ayer en Iowa devuelve el testigo al impacto de políticas potencialmente más inflacionarias (tarifas / inmigración). Todo en un contexto de condiciones de financiación que sigue siendo cada vez más laxas a nivel global tras el rally de final de año. No es evidente que la retórica del BCE haya girado aún, pero Davos comienza a traer ya titulares preocupantes (ver Holzmann o Herodotou ayer).