Los mercados monetarios retrasan sus apuestas para la primera rebaja de tipos de la FED a septiembre de 2024

Ana Racionero (Intermoney) |Tal y como estaba previsto, la Reserva Federal mantenía el tipo de interés de los fondos federales al 5.25%-5.50%. No obstante, las valoraciones de la gráfica de puntos sobre el ritmo adecuado de política monetaria, a pesar de que se mantenían para 2023 en el 5.625%, eran revisadas al alza desde las de junio del 4.625% al 5.125% para 2024, del 3.375% al 3.875% para 2025, para 2026 se establecían al 2.875% y a más largo plazo, al 2.50%. Las medianas relativas al empleo y crecimiento mejoraban este año y en los dos próximos, y las de inflación se revisaban en una décima a la baja. Estas previsiones, en las que 12 de los 19 funcionarios se mostraban a favor de una subida adicional para este año, más la revisión al alza del tipo de interés adecuado para los años venideros, que implica el mantenimiento de los tipos altos durante más tiempo, hacía caer a los UST, en mayor medida en el corto plazo, más sensible a los cambios de expectativas de tipos, aplanando la curva.

De hecho, la rentabilidad a dos años llegaba a alcanzar, al 5.17%, su máximo desde 2006. Los mercados monetarios retrasaban sus apuestas para la primera rebaja de tipos a septiembre de 2024. Powell, en su rueda de prensa, decía que la FED habría decidido parar a la vista de lo lejos que habían llegado, pero que estarían preparados para subir más los tipos de ser necesario. La expectativa de base no sería la de un “aterrizaje suave”, pero ese sería, desde luego, un objetivo primordial para el banco central. También comentaba que el tipo de interés neutral podría ser más alto, pero que eso no lo sabrían aún. Este mantenimiento de tipos de sesgo “hawkish” beneficiaba al USD y perjudicaba a la renta variable.

Durante la jornada asiática, las bolsas se contagiaban de la huida del riesgo, y el indicador MSCI de China alcanzaba su nivel más bajo en diez meses ante el éxodo de fondos extranjeros, dado el pesimismo respecto de su economía. La subida del billete verde llevaba al gobierno japonés a la enésima advertencia contra los movimientos excesivos de divisas, impidiendo de este modo un desplome del yen, que ya se encuentra hace tiempo por debajo de los niveles de la última intervención. El BOJ será mañana el encargado de poner el cierre a esta intensa semana de bancos centrales. La Autoridad Monetaria de Hong Kong mantenía su tipo básico de interés al 5.75%, ya que éste se mueve al mismo ritmo que la FED, dada la vinculación de la moneda local al USD.

Ya en Europa, Mahklouf, el miembro irlandés del BCE, decía a un periódico local que, de mantenerse la inflación donde se encuentra ahora, los tipos podrían no tener que subir, sino que podrían simplemente quedarse donde están durante más tiempo, aunque una subida de tipos adicional sería posible, y veía pocas posibilidades de una rebaja antes de marzo. Nagel decía que la tasa de inflación continuaría demasiado elevada y que, por tanto, sería demasiado pronto para declarar que los tipos se han estabilizado. También comentaba que los tipos deberían mantenerse lo suficientemente altos durante el tiempo suficiente. La confianza de fabricación y empresarial francesas subían por encima de lo esperado, aunque las ventas minoritas caían un 4% respecto del año anterior. La balanza comercial española ampliaba su déficit en julio de 2355 millones de euros a 4903 millones de euros. La confianza del consumidor de la Eurozona se precipitaba al -17.8 desde el anterior -16.0, vs -16.5 de las encuestas. Las bolsas europeas, como en el resto del globo, se resentían del movimiento de aversión al riesgo.

El Tesoro español adjudicaba 2588 millones del SPGB 2.80% 05/2026 a un tipo medio del 3.527%, 1983 millones del SPGB 0.00% 01/2028 a un rendimiento medio del 3.426%, y 1733 millones de euros del SPGB 0.50% 10/2031 a una rentabilidad media del 3.591%. En total, colocaba 6304 millones de euros de un objetivo de colocación de 5500-6500 millones de euros. El Tesoro salía airoso de la subasta, con un “overbidding” de 4 céntimos en las dos últimas líneas y 1150 millones de euros que se quedaban fuera del corte.

El SNB mantenía el tipo del franco suizo al 1.75%, en lugar de subirlo hasta el 2% como estaba previsto, en un intento de evitar un golpe al crecimiento, aunque no descartaba futuros aumentos y, ante el descenso del SFR, su presidente, Thomas Jordan, advertía de que estarían preparados para intervenir en el mercado de divisas de ser necesario. El Riksbank subía el tipo de interés de la corona sueca del 3.75% al 4%, cumpliendo así con las expectativas, sin tampoco excluir otra subida, y aludía también al mercado de divisas anunciando que cubrirá parte de sus reservas vendiendo 8000 millones de USD y 2000 millones de euros. El Norges Bank cumplía igualmente con lo previsto y elevaba el tipo de la corona noruega del 4% al 4.25%, a la vez que advertía de que el banco central vería una subida más este año, probablemente en diciembre.

La decisión que más expectación generaba, sin embargo, era la del BOE que, finalmente, y tras los datos de precios de ayer, optaba por mantener el tipo de interés de la GBP al 5.25% por cinco votos frente a cuatro, sin, pese a ello, dejar de advertir de la posibilidad de un mayor endurecimiento caso de persistir la inflación. Ya tras las cifras de ayer, la rentabilidad del bono a dos años caía 15 pb, y los mercados monetarios habían recortado sus apuestas a menos de un 50% de probabilidades de subida en las horas previas al anuncio, e incluso casas como Goldman o Nomura iban más allá y afirmaban que los tipos ya habrían alcanzado su techo. Los mercados monetarios adjudican menos de un 50% de probabilidades a que se produzca una subida adicional a lo largo de este ciclo de endurecimiento, y lo dan su mayoría por terminado. La libra, en caída libre desde ayer, ahondaba en sus pérdidas frente a sus pares.

En E.E. U.U., las peticiones iniciales de subsidio por desempleo, una vez más, batían las previsiones, con un descenso a 201k desde las anteriores 220k, en lugar de aumentar a 225k, poniendo nuevamente de manifiesto la inaudita fortaleza del mercado laboral americano. El panorama de negocios de la FED de Filadelfia se precipitaba a -13.5, desde el anterior 12.0 y frente al -1.0 esperado. Las ventas de vivienda de segunda mano retrocedían en agosto de 4.07 millones a 4.04 millones, mientras que las ventas de vivienda, en el mismo periodo, subían del anterior -2.2 al -0.7%, por debajo del incremento esperado del 0.7%. Por último, el índice líder repetía el -0.4% anterior, mejorando en una décima las previsiones. En cuanto al desarrollo del conflicto laboral del sector automovilístico, la UAW se declaraba en huelga en la planta de Mercedes. Stellantis hacía una nueva oferta que, según declaraciones de un negociador del sindicato, no parecía suficiente. GM consideraba que las demandas salariales serían demasiado elevadas.

Afortunadamente, el precio petróleo sigue cediendo, ya que una caída menor de lo esperado en las reservas de crudo estadounidenses reforzaba la resistencia técnica a nuevas ganancias, y el WTI llegaba a retroceder al entorno de los 88 USD por barril, aunque al cierre europeo se había recuperado parcialmente hasta sobrepasar los 90 USD por barril.

agrícolas de agosto y el PCE deflactor subyacente, su índice favorito de inflación. Broadbent, del BOE, también advertía de que los tipos británicos seguirán elevados durante algún tiempo.