Fernando Alberca | Cada vez es mayor el número de empresas y de instituciones que buscan alternativas para la liquidez de su tesorería en un entorno de tipos reales negativos. Además, los excesos monetarios de los bancos centrales, como respuesta a la crisis causada por la pandemia, hacen inevitable la destrucción del poder adquisitivo de las monedas Fiat, cuyo valor futuro es incierto. En este contexto de depreciación de las divisas nacionales, es donde bitcoin surge con fuerza como valor refugio que al mismo tiempo presenta un potencial de apreciación muy elevado (revalorización del 215% de media anual durante los últimos diez años).

Un instrumento monetario en el que la oferta está limitada y es predecible matemáticamente no ha pasado inadvertido como fórmula de cobertura para muchos grandes inversores: desde Bill Miller a Paul Tudor Jones, pasando por Stanley Druckenmiller o Elon Musk. El punto clave es cómo conseguir exposición a bitcoin, dado que se trata de un asset class emergente sobre el que todavía falta una regulación clara. Por otra parte, muchas empresas o instituciones no tienen la posibilidad de invertir directamente en bitcoin porque la legislación actual no se lo permite o porque es incompatible con sus propios estatutos.

Las vías directas e indirectas para invertir en bitcoin son varias:

• Comprar directamente en una plataforma de intercambio entre dinero Fiat y criptodivisas.
• Participar en un fideicomiso de bitcoin.
• Comprar un fondo cotizado (ETF) referenciado a bitcoin.
• Invertir en empresas cotizadas que tengan una fuerte inversión en bitcoin.
• Invertir en futuros sobre bitcoin.

# 1.- Comprar bitcoin y otras criptomonedas en un exchange (plataforma de intercambio).

Es la forma más directa y rápida de invertir en bitcoin. Si eres un inversor particular y, por tanto, no tienes ninguna limitación legislativa o estatutaria, es la manera menos complicada de comprar bitcoin. En la actualidad, los principales exchanges para intercambiar dinero fiduciario y criptomonedas están muy regulados. Están obligados a cumplir con las normas internacionales de KYC (Know Your Client) y AML (Anti-Money Laundering). Esto significa que el usuario de estas plataformas está obligado a identificarse con su DNI o pasaporte para prevenir el blanqueo de capitales.

Quienes ya invierten en bolsa y están familiarizados con los brokers, el funcionamiento de estas plataformas les resultará muy parecido. Dado que se trata de un mercado emergente en el que desgraciadamente han proliferado ciertas plataformas de dudosa reputación y otras cuyo objetivo es directamente estafar a los novatos, lo más importante en este caso es elegir bien el exchange. Deben ser plataformas confiables, bien conocidas en el ámbito cripto y con una larga trayectoria. En este sentido, según Coingecko, una firma de análisis del mercado de las criptomonedas, las plataformas de intercambio que alcanzan una mayor puntuación en cuanto a su nivel de seguridad son, por este orden, Binance, Coinbase y Kraken.

Son, además, de los exchanges con mayor liquidez del mercado.

BINANCE es probablemente el exchange número 1 en estos momentos: es el que tiene mayor volumen de operaciones y es de los que aplica las comisiones de compraventa de criptomonedas más bajas (entre el 0,05 y el 0,1%). Dispone de una oferta muy amplia de criptoactivos, bastantes pares de intercambio y mucha liquidez. Esta plataforma de intercambio comenzó su andadura en 2017. Además de con otros métodos, se puede comprar bitcoin u otras criptomonedas mediante transferencia bancaria (sin comisión) o con tarjeta (1,8% de comisión). Un punto que hay que reseñar a favor de Binance es la creación del Fondo de Activos Seguros para Usuarios, más conocido como fondo SAFU, que se nutre de un porcentaje de las ganancias del exchange, para cubrir cualquier pérdida producida por algún tipo de ataque informático o estafa a los usuarios de Binance.

COINBASE es el exchange más popular en EEUU, pero las comisiones de compraventa son más elevadas que la media de las plataformas (1,49% por comprar criptomonedas y 1% por la venta). No tiene muchas criptomonedas ni pares de intercambio, pero ofrece mucha liquidez. Es de los exchanges más fáciles de usar. Fundado en San Francisco en 2012, Coinbase es el exchange en el que ha invertido BBVA Ventures, el proyecto de capital riesgo del banco español. Coinbase ya ha iniciado los trámites para cotizar en el Nasdaq, un hecho que previsiblemente sucederá este mismo año. Se puede comprar en Coinbase mediante transferencia bancaria (sin comisión) o con tarjeta (hasta 3,99%). Por último, merece la pena señalar que tiene una iniciativa muy interesante: una especie de academia para formarse sobre las nuevas criptomonedas que entran en el mercado. Además, esta formación tiene recompensa: se puede obtener gratis algunas de estas monedas si se aciertan unas preguntas relativas a la formación recibida.

KRAKEN es una de las primeras plataformas de intercambio que abrió: ya funcionaba en 2011. En esta década ha demostrado que es muy confiable. De hecho, es el primer exchange de criptoactivos que ha conseguido una licencia bancaria en EEUU, concretamente en el estado de Wyoming. Sus comisiones de compraventa van del 0,16 al 0,26%. Dispone de un número bastante limitado de criptomonedas y pocos pares de intercambio. Sin embargo, ofrece bastante liquidez. Se puede comprar mediante transferencia bancaria (sin comisión), pero no con tarjeta bancaria.

En el caso de España, una plataforma recomendable es Bit2Me. La oferta de monedas es bastante más limitada que en Binance, por ejemplo, y la liquidez es también mucho más reducida que los grandes exchanges citados arriba, pero, a cambio, la atención al cliente es mucho más próxima para ayudar en las compras iniciales. Asimismo, los usuarios valoran de forma muy positiva la labor formativa que realiza el exchange con su plataforma Bit2Me Academy. Las comisiones en Bit2Me son del 2,5% en los intercambios de criptomonedas, del 0,5% cuando se retira fondos a una cuenta bancaria y también hay que pagar las comisiones de los mineros cuando se envían las criptomonedas a una billetera externa.

Precaución: Para evitar disgustos, es recomendable guardar en los marcadores del navegador la dirección del exchange con el que vamos a operar y entrar siempre desde esa dirección guardada. Los estafadores no se cansan de registrar direcciones muy similares a las originales de los exchanges, con un ligero cambio en alguna letra, duplican a la perfección los contenidos de las webs y, desgraciadamente, hasta aparecen los primeros en los resultados de búsqueda en Internet porque contratan publicidad. Para entrar con seguridad a estos exchanges, pinche en estas direcciones: Binance, Coinbase, Kraken y Bit2Me.

# 2.- Entrar en un fideicomiso de bitcoin.

Muchas entidades, especialmente las institucionales, por legislación y/o por estatutos, no pueden invertir de ninguna otra manera que en productos regulados. Y durante bastante tiempo no han existido fondos cotizados referenciados a bitcoin (ETF) y la manera de invertir en un producto regulado de bitcoin era un vehículo de inversión como el Grayscale Bitcoin Trust (GBTC), con el que los inversores están expuestos a bitcoin sin poseer realmente el criptoactivo subyacente.

GBTC (OTCQX: GBTC) se estrenó en septiembre de 2013, impulsado por Barry Silbert, el CEO de Digital Currency Group, una compañía que ha invertido también en Coinbase, Kraken y otros proyectos blockchain o de criptomonedas.

GBTC está dirigido a inversores cualificados, aunque sus acciones están disponibles en un mercado secundario para los inversores minoristas. Una vez compradas, las acciones quedan bloqueadas seis meses antes de que puedan ser vendidas. En la actualidad, GBTC posee unos 650.000 bitcoins.

Con GBTC, el inversor tiene acciones en el fideicomiso y, a su vez Grayscale compra los bitcoins necesarios para respaldar las acciones del Trust. Es decir, las acciones no están vinculadas directamente al precio de bitcoin. De hecho, las acciones se negocian la mayoría de las veces con una prima (incluso alguna vez con un descuento) respecto al precio subyacente de bitcoin. En muchos momentos, esta prima ha estado un 20% por encima del precio de bitcoin. Sin embargo, desde hace algunos días GBTC está cotizando con una “prima negativa”, es decir, las acciones de GBTC están cotizando por debajo del precio neto de los activos (NAV). Esto significa que los inversores institucionales pueden estar comprando con descuento. A esta “prima negativa” es probable que haya ayudado la reciente caída de la cotización del bitcoin y el estreno más que exitoso del Purpose Bitcoin ETF de Canadá.

Si bien el Grayscale Bitcoin Trust ha sido el más exitoso, no es el único vehículo de inversión distinto a un ETF que hay en el mercado. De hecho, países como Suiza, Alemania o Suecia han autorizado la creación de otros productos que tratan de emular, con alguna diferencia los ETF. Son principalmente los ETN (Exchange Traded Notes).

Un ETN es similar a un ETF en que el comercio se realiza mediante corredores de bolsa tradicionales, pero la diferencia es que un ETN es un instrumento de deuda emitido por una institución financiera. Incluso si el fondo tiene un programa de canje, el riesgo crediticio depende completamente de su emisor.

Por otro lado, comprar un ETF le da al inversor la propiedad directa de su contenido, por lo que dan lugar a diferentes eventos tributarios al mantener contratos de futuros y apalancar posiciones. Mientras tanto, con las ETN se pagan impuestos exclusivamente cuando se produce la venta.

# 3.- Comprar un fondo cotizado (ETF) referenciado a bitcoin.

La mayoría de los inversores institucionales, por razones legales, fiscales e incluso de comodidad, prefiere un ETF para invertir en bitcoin.

En los fideicomisos de inversión, el número de acciones disponibles es limitado y la oferta y la demanda determina en gran medida su precio. Esto tiende a generar discrepancias significativas de precio en su valor liquidativo, que es la fracción del bitcoin subyacente representado. De hecho, el Grayscale Trust, por ejemplo, no ofrece un sistema de conversión o de canje. Sin embargo, un ETF sí que permite al creador de mercado generar y canjear acciones a voluntad. Por lo tanto, una prima o un descuento suelen ser poco probables si existe suficiente liquidez. Un ETF puede ser más conveniente para los administradores de fondos de inversión o de pensiones, ya que conlleva mucho menos riesgo que un fideicomiso como el de GBTC, dado que un ETF cuenta con la posibilidad de canjear acciones en el caso de que coticen con descuento.

Todavía ningún ETF para bitcoin ha sido autorizado en España ni en EEUU, si bien hay un alto grado de probabilidad de que este mismo año un fondo cotizado en bolsa de bitcoin sea aprobado por la SEC.

En cualquier caso, en Canadá ya han sido autorizados dos fondos cotizados de bitcoin. El primero fue el Purpose Bitcoin ETF (TSX: BTCC), que se estrenó el pasado mes de febrero en la Bolsa de Valores de Toronto. Desde su inicio, ha captado más de 540 millones de dólares, lo que supone tener más de 11.000 bitcoins bajo administración.

El segundo es el Evolve Bitcoin ETF (TSX: EBIT), admitido por la Bolsa de Valores de Ontario también en el mes de febrero. De momento, representa apenas 27 millones de dólares, pero acaba de comenzar su andadura.

# 4.- Invertir en empresas cotizadas que tengan una fuerte inversión en bitcoin.

Una manera indirecta de invertir en bitcoin es comprar acciones de empresas cotizadas que han convertido un porcentaje importante de su tesorería en este criptoactivo. En la actualidad, la empresa cotizada que tiene una mayor exposición a bitcoin es, sin duda, MicroStrategy (Nasdaq: MSTR). Su CEO, Michael Saylor, está apostando decididamente por la criptomoneda, de manera que cada dólar de la liquidez no operativa de la empresa termina convertido en bitcoin. Por tanto, los beneficios de MicroStrategy dependen en un porcentaje muy alto de la evolución del criptoactivo. En el momento actual, los más de 91.000 bitcoins que MicroStrategy tiene en su balance suponen el 74% de la capitalización de la compañía. De momento, la estrategia de Saylor está siendo muy positiva para su empresa, ya que ha aumentado su cotización en bolsa de forma muy significativa.

Otra empresa cotizada en bolsa fuertemente invertida es bitcoin es Galaxy Digital Holdings (TSE: GLXY), hasta el punto que sus más de 16.400 bitcoins suponen, en la actualidad, un 50% de la capitalización de la compañía.

Otras opciones de ganar exposición a bitcoin serían Tesla (NASDAQ: TSLA) y Square (NYSE: SQ), que han invertido el 7,7% (48.000 bitcoins) y el 5% (más de 8.000) de su tesorería, respectivamente, en la criptodivisa.

Según enumera Bitcoin Treasuries, en la actualidad, hay cerca de 25 empresas cotizadas en bolsa con una cantidad significativa de bitcoin en sus balances. Estas son las empresas:

# 5.- Invertir en futuros sobre bitcoin.

Otra manera de tener exposición a bitcoin es mediante los mercados de futuros y de opciones de futuros que ofrecen instituciones como la Bolsa Mercantil de Chicago (CME). Los futuros son contratos de derivados por los que se acuerda comprar o vender en el futuro una determinada cantidad de bitcoin a un precio ya estipulado por las partes con anterioridad. En muchas ocasiones, las opciones sobre futuros de bitcoin se usan para cubrir posiciones al contado de los inversores.