Fernando Rodríguez | “Las perspectivas se debilitan en la medida en que la alta inflación, la tensión en la cadena de suministro y las desafiantes condiciones macroeconómicas persisten”. Estas son la condiciones que han hecho a los analistas de S&P concluir que el momentum de los rating se volvió “decididamente negativo” en agosto, alcanzándose el mayor número de potenciales rebajas de las calificaciones de riesgo desde hace dos años –julio de 2020-.

El informe de S&P, que fue realizado sobre los datos disponibles a finales de agosto y “no recoge el eventual deterioro de las condiciones de crédito en las semanas recientes”, concreta que 46 emisores se situaron en perspectiva negativa en agosto de este año.

Las rebajas potenciales de las calificaciones de riesgo se concentraron en cinco sectores al final de los meses centrales de verano: productos de consumo -11 en Estados Unidos y 3 en Europa-, instituciones financieras -3 en Europa, 3 en Latinoamérica y 1 en Asia-Pacífico-, químicas, packaging y servicios medioambientales -2 en Europa y 2 en Estados Unidos-, salud en Estados Unidos -4 emisores en perspectiva negativa- y alta tecnología en este último país -4 compañías más en vigilancia-.