Atentos a los cripto riesgos de ciertos fondos de inversión

Manuel Moreno Capa

Manuel Moreno Capa (Director de GESTORES) | Nunca invertiré en un fondo de inversión que incluya en su cartera cripto seudo-monedas. Lo he repetido muchas veces. Nunca invierto en ETF o fondos de inversión cotizados, pero si algún día decidiera hacerlo (como operativa a corto), tampoco lo haría en los instrumentos que coquetearan con la cripto calderilla. Por si el primer gran cripto terremoto de mayo no fuera bastante (y prepárense para las inminentes réplicas), hasta el Banco Central Europeo acaba de advertir de los riesgos de las cripto, particularmente para determinados fondos de inversión.

Cada vez que, durante los últimos meses, alguna gran gestora de fondos o alguna gran entidad financiera ha hablado de ofrecer a sus clientes mecanismos para adentrarse en el cripto mercadillo, me pongo a temblar. De entrada, ¿qué nuevas preguntas debería incluir el test de idoneidad que las entidades hacen firmar a los inversores? Si hasta para invertir en el fondo más normalito y con menos riesgo del mercado tienes que responder a preguntas casi incompresibles para cualquiera que no disponga de cierta cultura financiera, ¿qué pasará cuando ese cliente, atraído por la entidad, decida adentrarse en las cripto? ¿Deberá reconocer, y firmar, que sabe perfectamente cómo funcionan estas falsas monedas? ¿Tendrá que decir alto y claro, negro sobre blanco, que las cripto no tienen nada debajo y que además puede perder en cualquier momento todo su dinero?

No me lo puedo imaginar. Por fortuna, el BCE sí se lo imagina y, además, ya ha percibido el riesgo. Durante su último Informe de Estabilidad Financiera, recientemente presentado por Luis de Guidos (vicepresidente de la entidad), el BCE ha subrayado que que algunos fondos se enfrentan a riesgos adicionales por el excesivo apalancamiento en derivados o por las inversiones en criptoactivos. Así como hablar del riesgo de los derivados no resulta novedoso, sí lo es referirse a los riesgos de los criptoactivos.

¿Qué les parece? El BCE habla de los riesgos “adicionales” por las inversiones en criptoactivos. Unos cripto riesgos que han crecido justo cuando se multiplicaban todos los demás: “La terrible guerra en Ucrania (…) ha aumentado los riesgos para la estabilidad financiera por su impacto en prácticamente todos los aspectos de la actividad económica y las condiciones de financiación”, indicó Luis de Guindosdurante la presentación del Informe de Estabilidad Financiera (IEF).

El informe analiza los riesgos del sector financiero en general, como la perspectiva de menor rentabilidad de la banca, el deterioro en la calidad de sus activos por culpa de la inflación, las incursiones en bonos de alto riesgo o acciones de crecimiento. Todos estos factores incrementan el riesgo general del sector de los fondos, aunque la entidad señala que tampoco espera turbulencias importantes. Reconoce que los fondos de inversión han movido importantes flujos desde los bonos empresariales a los soberanos. El dinero se ha desplazado también desde los fondos de renta variable especializados en acciones de empresas de crecimiento (“growth”) hacia fondos de renta variable de valor (“value”), algo que ha hemos comentado desde esta columna: en tiempos de grandes incertidumbres, el inversor hace bien en buscar refugio en compañías más estables, que apuesten por el dividendo, en mercados maduros, en vez de apostar por empresas nacientes con fuertes potenciales de crecimientos pero también riesgos más elevados. 

Para el BCE, estos movimientos en la inversión colectiva “no han sido sistémicamente perturbadores, pero el sector sigue siendo vulnerable debido a su baja liquidez, su alto riesgo de duración y su elevada exposición a bonos emitidos por empresas débiles”.

En cualquier caso, tampoco nada de esto es novedoso ni debe preocupar en exceso al inversor en fondos. Lo que sí llama más la atención es el nuevo riesgo para ciertos fondos que señala el BCE: la inversión en criptodivisas.

Hecha queda la advertencia. Falta que la regulación europea en marcha para poner coto a las entidades especializadas en cripto activos (la llamada MiCA, el equivalente a la MiFID pero sólo para las cripto) se acelere, incremente la protección del inversor y sea muy exigente con las entidades que se adentran en este mercadillo. Aunque, en mi opinión, lo deseable sería directamente prohibir operar con cripto siempre y cuando las operaciones implicaran la utilización de dinero de verdad. Es decir que, vista la enorme variedad de criptos existentes (al menos 20.000), que sólo se pudieran intercambiar entre sí. ¿Que esto evitaría que nuevos inversores entraran en el mercado, ya que no podrían comprar cripto con euros o dólares? Claro. De eso se trata. Además, es un modo de dar la razón a los cripto gurús: Si las cripto son el futuro, ¿para qué necesitan a las monedas legales, esas que según ellos están “manipuladas” y “controladas” por el Poder, así, con mayúsculas? La respuesta evidente es que quien obtenga aparentemente altas plusvalías en cripto quiere materializarlas en algún momento en euros y dólares. Igual que quien logra con actividades ilegales grandes sumas de dinero negro, quiera refugiarlo en la cripto calderilla hasta que pueda encontrar fórmulas para lavarlo.

Pero el supuesto inversor normal que mete sus euros en cripto, debe tener claro que puede acabar perdiéndolos de vista, bien por terremotos del mercado como el de mayo, bien por los saqueos protagonizados por piratas informáticos, bien por cualquier problema con la supuestamente infalible tecnología.

Dado que las cripto no son monedas de verdad, ¿por qué nadie ha pensado una fórmula para que le ciudadano las consiga sin dinero y quizás así pueda descubrir sus supuestas ventajas sobre el dinero tradicional sin tener que jugarse sus ahorros? No sé, quizás mediante juegos de rol o videojuegos que te den puntos para comprar criptos. A lo mejor fomentaría un poco la ludopatía, pero no agujeraría el bolsillo de nadie. ¿Y qué les parecería a los los cripto chiringuitos darte bonos convertibles en bitcoin o en lo que sea cada vez que haces una aportación de dólares o euros a una ONG? Eso daría por lo menos una función social a las cripto: seguirían sin servir para comprar nada, pero tendrían un componente solidario. Y seguro que a los que más saben de esto se les ocurren otras fórmulas. ¿O quizás no? No seamos ingénucos. Seguro que no. Porque, claro, si nadie te da euros o dólares a cambio, ¿para qué vas a gastar energía y recursos en la minería cripto y en los “exchanges”/mercadillos correspondientes, y no digamos en montar sectas y estafas cripto piramidales?

Que hagan lo que quieran. Pero que el regulador no se limite a advertir y actúe. Nada de criptos en los fondos de inversión ni, por supuesto, en los planes de pensiones. Con el futuro de los ciudadanos no se juega.