Ulrike Kastens (DWS) | El recorte de tasas de hoy es la respuesta del Banco Central Europeo (BCE) al deterioro de los datos económicos, pero también a su confianza en que la inflación se acercará a su objetivo del 2%. Ambos aspectos se reflejan en las proyecciones. A lo largo de todo el horizonte de previsión, las proyecciones del PIB se han revisado ligeramente a la baja, mientras que se espera que la inflación promedie apenas por encima del 2% en los próximos años. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, se mostró más confiada del panorama inflacionario, aunque aún es demasiado pronto para declarar la victoria sobre la inflación. Como era de esperar, no se comprometió de antemano con una postura futura de política monetaria, ni insinuó un nuevo recorte de tasas en enero. Dado el alto grado de incertidumbre política y económica, el BCE mantiene su enfoque basado en los datos y evalúa la situación reunión por reunión.
Seguimos creyendo que el BCE está en un camino de recortes de tasas. Aunque las previsiones de crecimiento se han revisado a la baja, los riesgos a la baja para la economía aún no están suficientemente reflejados en las proyecciones del PIB. Esto debería corregirse gradualmente en 2025. Esperamos que el próximo recorte llegue en enero. Hay más recortes de tasas en el horizonte. Prevemos que el BCE reduzca la tasa de depósito al 2% en 2025. El BCE volverá a recortar tasas en diciembre, y no será el último ajuste.