François Rimeud (Crédit Mutuel AM) | Tras la bajada de tipos de junio, se espera que el Banco Central Europeo (BCE) reduzca su principal tipo de interés (es decir, el tipo de depósito) en 25 puntos básicos (pb) en su reunión de esta semana. La atención se centrará en las nuevas proyecciones económicas. En la conferencia de prensa, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, debería subrayar su preocupación por la actividad económica de la eurozona, dada la debilidad de los datos y de los indicadores de confianza.
Esto es lo que esperamos:
- Los miembros del Consejo de Gobierno reducirán el tipo de interés de la facilidad de depósito en 25 puntos básicos, hasta el 3,50%.
- Como se anunció en marzo de 2024, a partir del 18 de septiembre, el BCE aplicará un ajuste de la amplitud del margen de los tipos de interés oficiales «para limitar la posible presión al alza sobre los tipos del mercado monetario y establecer incentivos para que los bancos obtengan liquidez en las operaciones del BCE». El tipo de las operaciones principales de refinanciación quedará anclado 15 puntos básicos por encima del tipo de depósito (en el 3,65% con el recorte previsto de 25 puntos básicos del tipo de interés de la facilidad de depósito, frente a los 50 puntos básicos actuales. El tipo más alto, el de la facilidad marginal de crédito, se mantendrá 25 puntos básicos por encima de la OPF (3,90%).
- La presidenta Christine Lagarde volverá a subrayar que el BCE mantendrá un enfoque dependiente de los datos r irá reunión a reunión para los ajustes posteriores. Por lo tanto, no se espera que la Sra. Lagarde comparta ninguna orientación futura más allá de esta reunión.
- En cuanto a las proyecciones macroeconómicas actualizadas del BCE, con riesgos a la baja para las perspectivas de crecimiento, esperamos cifras más bajas especialmente para 2024 y proyecciones para predecir que la inflación caerá hasta el objetivo del 2% en el último trimestre de 2025 sin cambios.
En resumen, la decisión del BCE de recortar los tipos en septiembre debería obedecer a un debilitamiento del impulso económico en la zona euro. A pesar de la continua subida de los precios de los servicios, el BCE debería mantener la confianza en la senda de inflación futura (es decir, hacia el objetivo del 2% a finales de 2025). Creemos que los riesgos vienen del lado dovish (bajada de los tipos de interés europeos y de la moneda euro) teniendo en cuenta el impulso económico actual. En consecuencia, es probable que Christine Lagarde mantenga la puerta abierta a otro posible recorte en octubre.